Tres trucos infalibles para eliminar las manchas de tus alfombras y dejarlas como nuevas

En el mundo del hogar, son varias las tareas a las que nos enfrentamos y seguramente la limpieza es una de las que menos te gustan. Aunque igual debas encararla, en esta nota te dejamos unos trucos caseros para arreglar las manchas que puedes tener en tus alfombras debido a polvillo, tierra, arañazos de mascotas o manchas que ellas mismas provocan, bebidas derramadas o accidentes. 

Por todo esto es que debes tener un cierto cuidado en el hogar y aunque sientas que limpiar o quitar las manchas difíciles de las alfombras, es muy tedioso o aburrido, con estos tips que te damos en esta nota, te va a parecer más fácil y rápido de resolver. 

Truco uno: Bicarbonato de sodio

En primer lugar, vas a espolvorear la mancha que tenga tu alfombra con este producto, superconocido y que seguramente tenés en casa. Asegúrate de que la mancha quede totalmente cubierta. Después, mezclá el bicarbonato con agua fría, evitá el agua tibia o caliente porque puede entorpecer la eliminación de dicha mancha. Una recomendación positiva es que uses un spray para humedecerla. Vas a dejar reposar el producto durante toda la noche, al día siguiente aspirar y revisarla nuevamente, ya tendría que estar listo. 

Truco dos: Bicarbonato de sodio y sal

El bicarbonato es un producto que resulta muy eficaz, pero al sumarle la sal, potencia la limpieza de tus alfombras. Primero que nada vas a aspirar la alfombra y por otro lado, en un spray vas a poner agua fría y luego en un bowl el bicarbonato con sal. Seguidamente, colocar sobre la mancha de tu alfombra esta mezcla de bicarbonato con sal y con el spray rociar sobre la zona afectada. Posteriormente, frotar bien con un cepillo y quitar todo con un trapo seco. 

Truco tres: Vinagre y bicarbonato de sodio

Empieza por aplicar bicarbonato de sodio sobre la mancha de tu alfombra y deja que actúe, por al menos, media hora. Luego, vas a sumar una cucharadita de vinagre blanco con un litro de agua caliente, ya sea en un spray o botella. Por último, echar sobre la zona afectada esta mezcla y con un cepillo frotar, para luego finalizar con un trapo seco, como ya lo habíamos mencionado anteriormente.