Peor que el regreso del Príncipe Harry: el anuncio de urgencia que aterra a la Reina Isabel

Todas las malas noticias llegan juntas a la familia real británica: el regreso del Príncipe Harry ya conmociona a la Reina Isabel, quien lo recibirá este jueves en un intento desesperado por limar las asperezas. Ahora se trata de su nieta Zara Phillips, quien viajó junto a su marido Mike Tindall a Italia, volvieron al Reino Unido, desoyeron las recomendaciones de las autoridades y aseguran que no presentan ningún síntoma de la enfermedad.

El mundo entró en pánico por el coronavirus y el seno de una familia real como la británica no es la excepción: el coronavirus no distingue entre sangre azul y sangre roja. Tal como consigna Vanity Fair, "todo el mundo se ha sorprendido al conocer que Zara Phillips, la nieta mayor de la Reina Isabel, no piensa recluirse de manera voluntaria en casa tras haber viajado a una de las zonas más afectadas por esta crisis en Italia".

El diario The Guardian revela la nieta de la Reina Isabel y su marido Mike Tindall acaban de regresar a Londres tras haber pasado unos días esquiando en Bormio, una pequeña localidad al norte de Italia. 

Es un viaje que convierte a la pareja en personas de riesgo, sobre todo teniendo en cuenta que el período de incubación del virus es largo y los primeros síntomas pueden tardar hasta dos semanas en aparecer: es una noticia que tiene en vilo a la Reina Isabel.

Mientras el pánico cunde en el Príncipe William y Kate Middleton sobre la salud de sus hijos, cuyo colegio ha suspendido las clases debido a los síntomas de cuatro compañeros, y se tomaron todas las precauciones para el Rey Felipe y su viaje a Uruguay. las autoridades inglesas han pedido a quienes crean que puedan haberse expuesto se queden en casa para evitar más contagios. 

Se trata de una recomendación, no una obligación, que ni la Reina Isabel ni Tindall van a cumplir, ya que ninguno de los dos cree tener síntomas y, por lo tanto, desestiman que sea necesario someterse a una cuarentena voluntaria.

El motivo por el que la pareja ha tomado esta decisión es un misterio: podrían poner en situación de riesgo a los miembros senior de la corona británica, que en las próximas semanas tienen citas ineludibles en su agenda como el Día de la Commonwealth, a realizarse el 9 de marzo. De ellas participará la mismísima Reina Isabel, de 93 años. ¡Que no pase a mayores!