CON ESTILO
Imperdible: Trevelin, en Chubut, fue elegido como uno de los tres pueblos mágicos de la Argentina
Trevelin convoca por sus grandes y originales atractivos turísticos.
No hacía falta quizá que un concurso lo mencionara porque la belleza que tiene este pueblo es única: Trevelin fue reconocido por el "Best Tourism Villages" que elige a los pueblos de todo el mundo por su compromiso con la promoción y la conservación del patrimonio cultural.
Tras varias instancias de evaluación, Trevelin fue elegida como una de las tres ciudades que representarán a la Argentina en el certamen organizado por la Organización Mundial del Turismo (OMT). El objetivo de este certamen es destacar las experiencias y roles que tiene la actividad turística en el desarrollo rural y por ello, la localidad chubuntese quedó seleccionada.
Lo que promueve este encuentro es dar a conocer las distintas facetas que se promueven en los lugares y que sean consonantes con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), la iniciativa de la Organización Mundial del Turismo (OMT). En este caso, Trevelin se luce.
Este pueblo que reúne la historia viva de la colonia galesa será entonces uno de los que representarán a Argentina. Está al pie de la Cordillera de Los Andes, en la provincia de Chubut, y entre sus principales atractivos se encuentra el famoso Campo de Tulipanes.
Tal como mencionaron, Trevelin cuenta con 9.000 habitantes, es el portal de acceso al Parque Nacional Los Alerces y es un ejemplo a imitar respecto a la diversificación de la oferta turística durante las últimas décadas. Además del campo de Tulipanes y de Peonias, también le dieron especial atención al desarrollo de enoturismo y la Ruta Galesa.
Un nombre con valores
En el idioma galés, Trevelin significa el Pueblo del Molino. El nombre se orienta al que llevaron los inmigrante que arribaron al valle en 1885 y lo eligieron para desarrollar una colonia próspera y trabajadora.
El pueblo está marcado por la impronta de los colonos y de los pueblos originarios de la cultura mapuche-tehuelche. Y puede disfrutarse de un circuito gastronómico que aúna a las casas de té galesas con los sitios donde preparan el curanto, típico alimento mapuche.
