RECUERDOS FATALES
En tono intimista, Miguel Bosé cuenta en sus memorias cómo lo afectó la celebridad de sus padres
Miguel Bosé asegura que, a pesar de todo, no cambiaría nada de su vida.Siempre polémico y atrevido, Miguel Bosé acaba de publicar un libro que dará que hablar y que dio en llamar "El hijo del Capitán Trueno". Se trata de sus memorias y, en algunas de sus páginas más picantes, revela que el problema más grave fue sobrevivir a sus padres.
Ahora, con lujo de detalles, el protagonista de “Tacones Lejanos” ahondó en lo grave y difícil que fue su infancia, aunque confesó que no cambiaría nada de lo que ha vivido porque, si lo hiciera, no sería el famoso Miguel Bosé.
De este modo, el artista volvió a instalarse en el ojo de la tormenta al revelar que ser Miguel Bosé, hijo del torero Luis Miguel Dominguín y la actriz Lucía Bosé, dejó su impronta en el ADN, tanto en lo bueno como en lo malo.
En uno de los párrafos más salientes, el actor nacido en Panamá describe como una verdadera odisea su infancia. "El problema que tenía Miguelito fue sobrevivir a diario a esos dos monstruos que tanta sombra y tanto eclipse causaban", menciona.
Ser hijo de torero, agrega, delimitó sus gustos y su vida ya que él, como cuenta en el libro, ”no reunía las condiciones que buscaba en un heredero: machote, cazador, rudo. Yo era de vena más lombarda, sensible, y leía mucho".
Un ejercicio para aceptar
Como menciona en el prólogo de sus memorias, Miguel Bosé busca con este libro comprender y que también los demás comprendan. “Este libro no es un ajuste de cuentas, sino un ejercicio de entender. Lo he perdonado, aunque tampoco había que hacerlo, porque luego uno crece y hace cosas peores”, destaca.
Lo llamativo es que el actor hace un mea culpa y sostiene que la genética también hace de las suyas. “Al final esa genética se traslada y se multiplica y entendí que lo que tanto me había dolido de él yo lo estaba repitiendo", resalta.