Sorprendente: una voz interior conectó a Damián De Santo con la historia de su abuela

Lejos del mundo de la TV, con una vida apacible e inmersa en las sierras cordobesas, Damián De Santo suele aparecer cada tanto en los medios y cada vez que lo hace asombra con alguna anécdota.

En una reciente emisión del programa “PH Podemos Hablar”,  el actor de “Vulnerables”  narró una experiencia paranormal  que no solo afectó su vida sino que conecta a cuatro generaciones de su familia. Aquel día, ante la anécdota de Damián De Santo,  Ángela Torres, la influencer Nati Jota y el conductor Sebastián Wainraich, que eran los otros invitados, se mostraron también sorprendidos.

El hecho que narró Damián De Santo relaciona el nacimiento de su hijo y con el fallecimiento de su abuela. “Me crié con mis abuelos y tenía una conexión especial con mi abuela Tati”, señaló.

La mención de ese detalle es fundamental en la historia porque la experiencia del más allá que narró el protagonista de “Amor mío” se dio en el momento en que su esposa Vanina quedó embarazada de su hijo menor.

Cuando  Damián llamó a la casa de su madre para darle la noticia, donde también vivía su abuela tenían dos teléfonos; una atendía de la cocina y la otra, desde la habitación. Fue en ese momento les notificó a ambas la gran noticia.

Sin embargo, algo llamó la atención del actor ya que su abuela no participaba. Y él, sin más, le dijo a su mamá, que no creyera que su abuela estaba dormida.  “Andá a verla porque está fallecida”, le dijo el actor. El actor confesó que todo lo percibió cuando supo que abuela no estaba al lado de su madre.

Una experiencia traumática

Más allá de la anécdota sobre su querida Tati, a Damián De Santo también le tocó vivir una dura experiencia en el paraíso donde reside. Y es que hace unos veranos, tuvo que afrontar un grave incendio muy cerca de sus cabañas.

“Estaba tomando mate en una de las cabañas a las 9 de la mañana. Miraba el incendio atento pero despreocupado porque estaba yéndose para otro lado. Pero viró el viento y las llamas empezaron a avanzar 400 metros por minuto. A la hora lo teníamos en mi casa, ahí abajo”, recordó.