"No podés venir": la verdad detrás de las lágrimas de Máxima de Holanda en su boda

Se conoció la conversación más dolorosa para la reina.
miércoles, 5 de mayo de 2021 · 06:30

La ausencia de Jorge Zorreguieta en la boda de Máxima de Holanda con el rey Guillermo fue el resultado de distintas conversaciones oficiales, de tinte completamente confidencial, que se toparon con la obstinación del padre de la novia para estar presente en un momento tan importante en la vida de su hija. El hombre solo dio el brazo a torcer frente al pedido expreso de Máxima, quien entendió a la perfección que era la única manera de lograr la aprobación de la unión por parte del Parlamento holandés. 

Wim Kok, primer ministro de los Países Bajos en ese entonces, tuvo que lidiar con la confirmación del noviazgo entre Máxima Zorreguieta y el entonces príncipe Guillermo, como también con la difusión mediática de que el padre de la futura reina había sido funcionario de la última dictadura militar argentina. Se trató de un verdadero escándalo que puso en duda el matrimonio de Máxima con Guillermo Alejandro. 

"Tiene cuatro meses y no puede comentarle esto a nadie", le dijo Kok a Michiel Baud, historiador especializado en América Latina, y quien tenía la misión de averiguar el rol de Jorge Zorreguieta como secretario de Agricultura durante la dictadura cívico militar argentina en la década de los setenta. El resultado no fue el más favorable para las intenciones de la nacida en Argentina: no hay pruebas de que su padre haya participado de algún crimen, pero era imposible que no supiese las violaciones a los Derechos Humanos que se perpetraban. 

La solución a semejante encrucijada la encontró el mismo ministro Kok para lograr que el Parlamento permitiese al príncipe Guillermo casarse con Máxima: Jorge Zorreguieta no podía ni pisar los Países Bajos. Baud y Max van der Stoel (entonces canciller) fueron los encargados de encontrarse con Zorreguieta padre en Nueva York para pedirle que no fuera a la boda y todo terminó de la peor manera cuando Jorge remarcó que él no sabía nada de lo que pasaba en Argentina durante la dictadura. Lo que complicó aún más su situación, según Infobae, fue que habló de "excesos" y no de delitos de lesa humanidad. 

Al parecer, hubo otro encuentro con los mismos resultados negativos durante otro viaje a Bariloche hasta que apareció Máxima en escena. El escenario fue en San Pablo, Brasil, y todo parecía indicar que terminaría de la peor manera. Sin embargo, Zorreguieta pidió hablar con Máxima y el entonces príncipe. Fue ella quien aportó la cuota de honestidad necesaria con una lapidaria frase que torció la decisión de su padre, mientras su madre decidía acompañarlo. Las lágrimas de Máxima durante su boda mientras sonaba "Adiós Nonino" de Astor Piazzolla fue un claro guiño a Zorreguieta. El hombre vio la boda de su hija por televisión desde un hotel en Londres y acompañado por su esposa, María del Carmen Cerruti. 

Papá, vos no podés venir. 

 

La amenaza del príncipe Guillermo

La investigación solicitada por Wim Kok sobre Jorge Zorreguieta no fue la única que se pidió desde los Países Bajos al conocer a Máxima. Ella misma fue objeto de escrutinio por pedido de la entonces reina Beatriz, que quería conocer los pormenores del pasado de esta joven argentina que conquistó a Guillermo Alejandro. De todas formas, lo determinante fue la decisión del entonces príncipe a favor de su novia. 

Según informó Infobae, el hijo de Beatriz amenazó con renunciar al trono y dejarle la corona a su hermano si no lo dejaban casarse con Máxima. Todo cambió pocos años después, cuando la argentina pudo desplegar todo su carisma y en el año 2011 ese mismo Parlamento reticente votó con creces para que fuera su reina consorte. 

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