Los integrantes de “Bienvenidos a Bordo” vivieron uno de los momentos más emocionantes de la tarde

El programa conducido por Guido Kaczka fue testigo de un gran instante.
lunes, 28 de junio de 2021 · 22:53

Uno de los programas más vistos de la televisión argentina es “Bienvenidos a Bordo”, el cual se emite por El Trece y es conducido por Guido Kaczka. A pesar del cambio de horario que sufrió debido al ingreso de Marcelo Tinelli a la grilla, el ciclo de entretenimientos sigue con buenos números en el rating. En este contexto, el estudio de la emisión se llenó de emoción tras tener un ganador en el panel de premios.

Gabriel y Antonella generaron un mar de lágrimas en los presentes del ciclo después de haber ganado 500.000 pesos. Cuando el conductor preguntó si el próximo número era mayor o menor, la pareja sentenció: “Mayor”, y la mujer dio vueltas el panel ganador. De este modo, los participantes se llevaron el premio más grande. “¡Qué lindo premio! ¡Medio millón! Cafetera, microondas, cocina, todo eso ganaron”, remarcó Guido, mientras los concursantes lloraban abrazados. De inmediato, Gabriel remarcó: “No lo podemos creer, vinimos a divertirnos, a pasarla bien, a conocer” y su esposa manifestó: “Lo pasamos tan tan hermoso”.

Fuente: (El Trece)

 

El ingreso del padre de Antonella

En este contexto, la pareja dio a conocer algunas de las estrategias que usaron para adivinar el número que estaba oculto en el tablero. Asimismo, la joven confesó que su padre estaba presente en el estudio y que también estaba esperando para jugar. Al instante, el conductor de “Bienvenidos a Bordo” hizo pasar al hombre.

De esta manera, el padre de la ganadora se expresó: “Es toda una emoción porque están arreglándose la casa. No puedo creer este momento. A veces pasamos cosas difíciles a nivel laboral, a nivel familiar, y hay que tirar para adelante. Son pequeñas cosas, muchos ángeles en el cielo”.

Fuente: (El Trece)

La emoción que se generó en el estudio de El Trece fue notoria, ya que hasta las figuras que están presentes lloraban por el momento único que se vivió: “Siempre hay que luchar, nunca hay que aflojar, hay que mirar para adelante. Tengo una frase de cabecera que me sirvió mucho en la vida: Dios aprieta, pero no ahorca”. “A veces aprieta mucho, a todos”, detalló Kaczka.