Florencia Peña al borde de las lagrimas: "Ni siquiera tenía piedad conmigo"
El descargo de la actriz frente a la difícil situación que ya está en manos de la la justicia.
Florencia Peña al borde del llanto se animó a hablar en “Telefe Noticias” tras el escándalo por las imágenes filtradas de la quinta de Olivos y las visitas que recibió Alberto Fernández durante el confinamiento 2020.
En esta oportunidad, la conductora se animó a hacer un descargo formal mediante el noticiero, exponiendo las razones que la llevan a hacer una contradenuncia.
“La Justicia aceptó la denuncia contra el presidente por los ingresos a la residencia de Olivos durante la cuarentena dura. En estas horas el abogado y precandidato Yamil Santoro incluyó a Florencia Peña en la denuncia penal” comenzaban presentando la nota los conductores del noticiero central del canal donde la actriz actualmente tiene su programa.
"No sé qué pasó. Estoy tratando de entender.
Arrancó Florencia, al tiempo que se contenía las lágrimas, harta de dar explicaciones.
En medio del escándalo, la presentadora de televisión se anima a levantar su bandera de empoderamiento feminista para tomar partida en la grave acusación de la que la están haciendo cargo.
Lo raro es que en la embestida no importaron los hombres. Sólo las mujeres.
“Y sólo las mujeres con cuerpos voluptuosos", continuaba relatando. Consternada por la situación, y sostenida por un gran colectivo de mujeres y actrices que la apoyan en su accionar, Peña aseguró que los maltratos por su condición de mujer son constantes en el medio y que ya está cansada de hacerles frente, a pesar de su fortaleza.
El contraataque
La querida ex “Moni Argento” decidió a su pesar, en conjunto con su abogado, Fernando Burlando, realizar también una denuncia catalogada como “Violencia de género mediática, institucional y simbólica“, a los diputados Fernando Adolfo Iglesias y Walter Ezequiel Wolff “en calidad de coautores, en orden al delito de incumplimiento de los deberes de funcionario público por haber cometido graves hechos de violencia psicológica, simbólica, mediática e institucional contra la mujer”.
Lo que para muchos comenzó con el chiste de “El gato de Alberto” hoy se volvió una bola de nieve que pasó a manos de la justicia.
