Planta china del dinero

Llamativa y exótica: cómo cuidar tu planta china del dinero para que dé lindas hojas y flores

Esta planta es ideal para decorar el interior de una casa.
miércoles, 7 de febrero de 2024 · 14:27

La planta china del dinero es una de las preferidas para decorar el interior de la casa, pues no requiere demasiados cuidados y se caracteriza por tener hojas de un tono verde intenso. Además, puede crecer hasta 30 cm de alto, por lo que es ideal para colocar en mesas o espacios pequeños.

Entre los apasionados por el mundo de la jardinería también existe la creencia de que esta especie, también conocida como la planta del misionero, atrae la buena fortuna. Por eso, la planta china del dinero es una de las más buscadas para decorar rincones en los que no hay mucha luz, pues no necesita de los rayos directos del sol.

planta china del dinero
La planta es ideal para estar en espacios pequeños.

Entre los puntos que se deben tener en cuenta para cuidar a la planta china del dinero están el de girarla cada semana, para conservar la forma redondeada de sus hojas. Además, debe estar en un ambiente luminoso y fresco para que se mantenga con una buena cantidad de hojas.

Otro aspecto importante es el sustrato, el cual debe ser suelto y tener un buen drenaje para que la planta no acumule demasiada agua. Se pueden agregar elementos nutritivos a la tierra en periodos de 15 a 30 días.

planta china del dinero
Es recomendable que no reciba luz directa del sol.

 

Los cuidados de la planta china del dinero

En verano es recomendable rociar sus hojas con agua para que se mantengan saludables, y en caso de acumular polvo, se puede limpiar con ayuda de un pañuelo húmedo. Requiere riego moderado, y es fácil de reproducirla, pero de crecimiento lento.

planta china del dinero
La planta se caracteriza por el verde intenso de sus hojas.

La planta es originaria de Yunnan, al sudoeste de China, y se hizo muy popular en los países europeos. Recibe el nombre de la planta del misionero, porque cuenta la historia que su llegada al Viejo Continente fue gracias a un misionero noruego, quien se llevó un hijuelo desde Asia hasta su país natal en su maleta.