Gigante y bella: la polémica planta "inmortal" que todos quieren tener en su jardín

Alocasia es un género de plantas con rizoma o bulbo perenne de la familia Araceae. Son originarias de las áreas tropicales y subtropicales de Asia y Australia, aunque hoy se las puede encontrar distribuidas en distintas partes del mundo, dentro de este género está la conocida Alocasia odora, también llamada oreja de elefante, oreja de elefante asiática, lirio de olor nocturno, manto de Eva, planta marqués, hoja elegante, entre otros nombres. Una de las características más llamativas de estas plantas está en sus hojas la cual es la impermeabilidad.

Estas plantas se pueden cultivar en el interior debido a sus frondosas, grandes y verdes hojas con nervios blancos que son perfectas para decorar los rincones de la casa. Sin embargo, son especies de exterior y necesitan del aire libre para poder vivir de manera correcta. Al ser un arbusto de extensas dimensiones, lo mejor es plantarla en lugares amplios para que la oreja de elefante pueda desarrollarse y crecer óptimamente. Es conocida como planta inmortal, debido a que, por más que sus hojas se tornen amarillas o pierdan el follaje, la raíz se mantiene viva.

Hay muchos mitos en torno a esta vegetación nativa de Asia, algunos de los cuales señalan que se trata de una planta tóxica para los humanos y los animales. Cada parte de la alocasia odora es tóxica, ya que contiene cristales de oxalato insolubles, similares a otras plantas de la familia Araceae. Si la savia de estas plantas entra en contacto con los ojos, puede causar enrojecimiento, dolor, ardor e hinchazón. Si se intenta comer crudas las hojas, los cristales liberados pueden irritar la boca y el tracto gastrointestinal. Incluso, consumirla en grandes cantidades puede provocar severos daños. Los tallos son comestibles, pero al contener ácido oxálico, puede paralizar la lengua y la faringe. Ante cualquier síntoma, lo mejor es acudir rápidamente a un médico o llevar a las mascotas al veterinario.

Cómo cuidar la oreja de elefante

Más allá que estas plantas pueden resultar tóxicas para los humanos y animales en caso de consumirla o entrar en contacto con su savia, hay personas que igual disfrutan de la presencia de las alocasias en su jardín. Esta especie se caracteriza por ser resistente, de fácil cuidado y prácticamente inmortal. Los factores a tener en cuenta para que su crecimiento sea el adecuado son los siguientes:

• Luz: le gusta la luz abundante, pero sin entrar en contacto directo con los rayos del sol. Si se la expone a los rayos solares de forma directa, sus hojas pierden color y pueden sufrir quemaduras. En caso de cultivarla en el interior, lo mejor es elegir un lugar iluminado.
• Temperatura: al ser plantas tropicales no toleran el frío. Este pequeño arbusto prefiere los climas cálidos.

• Riego: este debe ser abundante en verano y disminuir su frecuencia en invierno. Si se la cultiva en interior, lo aconsejable es mantener la humedad en sus hojas, requisito esencial para su desarrollo. Para esto se las debe pulverizar su follaje.
• Abono y sustrato: cada 15 días se puede fertilizar la planta con un abono especial rico en azufre o potasio para favorecer el crecimiento. Por otro lado, el sustrato debe ser ligero, bien drenado, mezclado con arena y no ácido.