Dura advertencia del sector lácteo por la polémica del IVA
Temen por una caída en las ventas en la crisis.
El sector lácteo arrastra una crisis en los últimos años que se agravó con la llegada del coronavirus. Al aumento de los costos, se le suman el congelamiento de los precios, los reclamos de los tamberos y la caída del consumo.
Ahora, con la llegada del proyecto del Gobierno de imponer el Impuesto al Valor Agregado (IVA) del 10,5% a la leche, la industria láctea volvió a alertar por su situación, en una de las crisis “más grandes de su historia”.
De acuerdo con el Centro de la Industria Lechera (CIL), a la “creciente presión sobre la estructura de costos”, que según ellos acumulaba más de un 20%, con insumos dolarizados, “se suma la imposibilidad de trasladar estos incrementos a los precios de venta desde hace más de 6 meses”.
“En este contexto, no es posible realizar nuevos incrementos en los salarios", afirmaron desde la industria, y añadieron que todo esto se da "cuando nos encontramos en el medio de una de las crisis más severas que ha vivido el sector en su historia”.
Ayer se realizó la conciliación obligatoria entre las empresas de la industria y el gremio que representa a los trabajadores lácteos, ATILRA, en donde la propuesta es de sumar $4 mil, “a cuenta de la paritaria 2020”, a los básicos de convenio a partir del 1 de julio, más un bono de $1.167 entre los meses de julio y diciembre.
El gremio de los lácteos rechazó la oferta, a la que definieron como “insuficiente e incompleta” para los reclamos que vienen haciendo. A su vez, pidieron que no se les descuente el día por el paro y que no se recorte el presentismo.
Por su lado, los productores lácteos reclamaron de manera unificada la necesidad de quitar las retenciones sobre sus productos, con el fin de fomentar las inversiones en un sector dañado en su rentabilidad.
El precio de la leche, que recibe un productor, quedó en un piso promedio de $18,25 que es lo que paga la industria. Este número perdió contra la inflación y se suma a la crecida del dólar, cuando el 70% de sus insumos están con valores atados al billete verde.
