Ginés González García, complicado: reabren la causa del Vacunatorio VIP
Investigarán la cantidad de dosis enviadas a la ciudad de El Calafate, Santa Cruz.
Tras unos meses del escándalo del Vacunatotio VIP, el exministro de Salud, Ginés González García, vuelve a estar en la mira de la Justicia. La Cámara Federal ordenó hoy reabrir la causa e investigar a las personas que recibieron, de manera anticipada y sin cumplir con los pasos necesarios, las dosis contra el coronavirus.
La jueza María Eugenia Capuchetti dispuso que es necesario profundizar sobre la responsabilidad que tuvo el antiguo funcionario y su equipo, en el caso de la corrupta aplicación de inmunizantes a personas que, en ese momento, no les correspondía recibirla.
Además, Capuchetti sostiene que aquellos que se hayan saltado los pasos correspondientes para recibir la vacuna deberán ser investigados penalmente.
El escándalo se desató en los primeros meses de este año, cuando salió a la luz que algunos amigos, personas cercanas y allegados de González García se aplicaron la vacuna contra el coronavirus en el Ministerio de Salud y en el Hospital Posadas de la Provincia de Buenos Aires, sin realizar ningún tipo de trámite previo, como la inscripción en la base de datos.
En la lista de los vacunados, aparece el Procurador del Tesoro, Carlos Zannini, y su esposa; el periodista Horacio Verbitsky, quien divulgó la información; el expresidente Eduardo Duhalde y su esposa; el actual ministro de Defensa, Jorge Taiana, y el embajador en Brasil, Daniel Scioli.
Por esto mismo, el presidente Alberto Fernández solicitó la inmediata renuncia del exministro de Salud. Sin embargo, la investigación no solo abordaría el Vacunatorio VIP, sino que también podría tomar otro rumbo. La Justicia ordenó investigar la cantidad de dosis que fueron destinadas, durante la gestión de González García, a la ciudad santacruceña de El Calafate.
El escrache
Durante el fin de semana, González García vivió una incómoda situación en un reconocido restaurante de Puerto Madero, cuando la gente reaccionó a su presencia.
El antiguo funcionario fue escrachado en plena Ciudad de Buenos Aires, ya que los presentes lo tildaban de “ladrón” y "caradura", algo que lo obligó a abandonar el lugar.
