Neuquén
El senador Oscar Parrilli se reunió con Milagro Sala, tras sus criticas contra el Gobierno Nacional
El encuentro entre Oscar Parrilli y la dirigente jujeña llega tras tensiones entre ella y el Gobierno nacional por su situación judicial.
El senador nacional por Neuquén del FdT (Frente de Todos), Oscar Parrilli, se reunió con la líder de la organización Tupac Amaru, Milagro Sala, quien cumple prisión domiciliaria en su residencia en San Salvador de Jujuy.
La visita del político de 70 años llega dos días después de que Sala haya criticado al Gobierno nacional. “Hoy visité a Milagro Sala en su lugar de detención, su casa en Jujuy. Hace casi seis años que está presa sin condena firme”, afirmó Oscar Parrilli.
Tras su visita, en su perfil de Twitter, Oscar Parrilli apuntó en contra de la Corte Suprema de Justicia de la Nación por la situación de la dirigente jujeña. “No podemos guardar silencio ante semejante injusticia y atropello a la dignidad humana”, argumentó.
A su vez, el parlamentario pidió por una “Navidad sin presos políticos” y en su crítica a la corte suprema indica que ésta “en semanas, resuelve los casos de la corporación judicial y de los grupos económicos en especial de Clarín que tiene en sus manos la libertad de Milagro Sala”.
Cruces entre Milagro Sala y el presidente de la Nación
El encuentro entre Oscar Parrilli y la líder vecinal llega poco después de que Sala se haya cruzado con el presidente de la Nación, Alberto Fernández, debido a su situación judicial.
“Sepan que hablo con Milagro y pienso permanentemente en lo que le pasa a Milagro”, señaló el mandatario la semana pasada, a lo que luego por declaraciones radicales, Sala le respondió: "Hace más de un año que no habla conmigo".
Es probable que por ello el senador nacional haya viajado hasta Jujuy, ya que aunque no es un funcionario gubernamental, es uno de los legisladores más cercanos a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner y podría calmar las tensiones entre el oficialismo y la dirigente.
Cabe destacar que Sala insiste en que es una "presa política", algo que el Gobierno no acepta, aunque sí dice que se trata de una "detención arbitraria", pero que debe ser subsanado por la Justicia y no por la política.
