Creencias del mundo del vino para evitar la mala suerte

Pueden llamarse creencias, supersticiones o ciertas costumbres que vienen desde hace rato y se han instalado como verdades en el mundo del vino.

Se transmiten de generación en generación y pueden decirse que cualquier amante del vino que se precie, sabe que no debe cometer ciertos errores.

Una de las más conocidas es la de derramar vino en la mesa. Para la mayoría es de mal augurio, sobre todo para la cultura cristiana en la que el vino representa la sangre de Cristo.

Por eso la costumbre es mojar los dedos con el vino derramado y hacerse en la frente la señal de la cruz. Pero además a quien se le derramaba el vino debía mojar los dedos y tocar la frente de los otros comensales diciendo "alegría, alegría" ya que para otros, esto es sinónimo de buena suerte.

Otra de las creencias –y tal vez de las más onerosas- es beber cada año nuevo con copas a estrenar.  Lo que se recomienda es beber la noche del 31 con una copas del año que se va, romperlas y hacer otro brindis de las 12 con otras nuevas.

Algo que para muchos es imperdonable es brindar con agua. Y dicen que aquellos que beben y brindan con agua, no tendrán buenos augurios. La costumbre, cuenta en el sitio Vinetur viene de la antigua Grecia.  Algunos para contrarrestar el efecto de beber y brindar con agua, han tomado la costumbre de chocar las copas no una sino dos veces.

Otra de las creencias es que servir el vino con la mano izquierda traerá un futuro oscuro. En este caso, la costumbre viene de la Edad Media, cuando hacerlo con la izquierda significaba traición y ritos diabólicos.

Creer que, como cuando se rompe un espejo, no mirar a los ojos cuando se brinda y se bebe vino, traerá años de mala o nula intimidad es otra gran creencia. Sin embargo, más que eso, esta costumbre se atribuye  tener controlado a quien brinda con uno. En la antigüedad corrían el riesgo de ser envenenados.