Flores comestibles: color y aromas para acompañar los platos
También se usan como infusiones para saborizar en la pastelería.
Están muy presentes en las mesas gourmet por su aporte a la decoración de cada plato y además porque brindan una alta cuota de vitaminas y sabor: son las flores comestibles.
No sólo tienen que ver con la cocina gourmet actual porque se vienen utilizando en la cocina de países de todos los continentes a lo largo de la historia.
Los consejos de los expertos nos orientan a utilizar flores comestibles de variedades orgánicas. Eso significa que no hayan recibido fumigación de agroquímicos o plaguicidas.
También puede clasificarse por región ya que las aromáticas flores de jazmín, el crisantemo y el azahar, vienen siendo habituales desde tiempos inmemoriales en la cocina asiática como sucede con las lilas, violetas y las amapolas en la cocina europea.
Una de las variantes más usadas en América son las flores de calabaza, que suelen prepararse enharinadas y fritas o las de algunos cactus. También puede usarse las flores de las plantas aromáticas como la albahaca, el hinojo, la menta, el romero o la salvia.
Entre las flores más reconocidas a nivel mundial, las rosas son consideradas de las más usadas no sólo por su fragancia sino por su sabor que nos acercan a las frutillas y a las manzanas verdes.
En Argentina por ejemplo también es muy usada la flor de la capuchina o conocida también como taco de reina. Su color es llamativo (puede ser roja, naranja o amarilla) y su sabor es picante.
El pensamiento por su parte, es una flor usada para ensaladas de frutas, postres, helados. Y las flores de lavanda se usan incluso como infusiones que dan sabor a exponentes de las pastelería gourmet.
