Bodegas francesas venden parte de la producción para hacer sanitizantes
Por excedente en la producción y baja en las ventas y exportaciones.
Cuesta pensarlo, teniendo en cuenta la importancia que siempre han tenido las bodegas y los vinos de Francia. Pero la pandemia pudo con todo.
La noticia es que, ante la falta de ventas tanto en establecimientos como en la merma del comercio online que no cubre más que un 20 % del total, un gran número de bodegas en Francia venden su producción a destilerías.
Ya se ha tornado una imagen habitual ver cómo a través de mangueras, cargan los vinos en camiones cisternas para trasladar vinos de alta gama, por ejemplo los famosos Alsacia, para llevar a destilar y que ese líquido se convierta en alcohol en gel o sanitizante.
La grave crisis se sumó además al arancel del 25% que el presidente Donald Trump dictaminó para la importación de vinos franceses. El mercado del vino se vino abajo.
Tal como relata el viñatero Mader, en una nota realizada por The New York Times, sus vinos que habitualmente se servían en los mejores restaurantes del mundo, redujeron sus ventas en el 50%.
Y a esto se suma que hubo una excelente cosecha este año, anticipada en relación a otras temporadas y los tanques tienen que dar espacio para la nueva vendimia.
Por eso, la alternativa que les queda es vender (o malvender a precios muy bajos) la producción de años anterior a las destilerías. Marion Borès, bodeguera de Reichsfeld debió enviar 30% de su producción a la destilería.
"Es como despedirse de alguien muy querido. No es precisamente el destino que uno imagina cuando produce vino de esta calidad".
