CARACOLES
Curiosidades desconocidas acerca de los caracoles
Estos moluscos con caparazón suelen habitar en el jardín y pueden vivir hasta siete años promedio.Pueden invadir el jardín y volverse una verdadera molestia. Pero los caracoles son animales que guardan muchos secretos y que revelan los misterios de la naturaleza. Es cierto que a algunos no les caen simpáticos, pero cumplen una importante función en el ciclo de la vida.
Los caracoles son moluscos gasterópodos, una familia que no solo incluye al que encontramos en el jardín, sino también a aquellos que habitan en las cercanías del mar y a los que se encuentran en zona de agua dulce.

Uno de los datos más curiosos de los caracoles es que son hermafroditas, ya que tienen la capacidad de producir espermatozoides y óvulos. Esto significa que su reproducción se produce por una fecundación mutua.
Son animales que copulan en primavera y otoño, sobre todo porque el tiempo es más cálido y existe más humedad. La cópula se produce de noche y puede durar hasta siete horas. Una vez que termina la fertilización, plantan los huevos en un agujero. Y esperan 15 días para su eclosión.

Su forma de alimentarse también es particular, ya que comen mientras se arrastran. Como no tienen ni boca ni dientes, utilizan unas rádulas que tienen en la boca que está llena de pequeños dientes afilados.
Poseen un notable sentido del olfato, esto hace que tengan la capacidad de elegir los alimentos. Gracias a su particular forma de oler, pueden llegar hasta los alimentos con más calcio, elemento sumamente necesario para mantener su caparazón.

Longevos y amables
Tal como mencionan algunos estudiosos de los caracoles, su esperanza de vida puede llegar a los siete años, aunque hay otros, como los que viven en el agua, que solo alcanzan un año de existencia. Pero para todo hay excepciones y hay registros de ejemplares que cumplieron veinte años de vida.

Por su paso lento, es un molusco paciente. Se desplazan al arrastrarse. Ese movimiento se genera por contracciones musculares ondulatorias y su velocidad media suele ser de 1-2 centímetros por segundo.