Ladrillos a la vista, madera y calidez: así es la mansión de Sergio Lapegüe

La casa de Sergio Lapegüe, como la de muchas otras personalidades de la televisión, se conoció en detalle durante la pandemia. En esa época, con la obligación del home office, muchas celebridades abrieron sus puertas.

De esa manera, se pudo ver cada uno de los ambientes de la casona que el periodista tiene en Banfield, en una zona residencial, al sur del conurbano bonaerense. Sergio Lapegüe tuvo que conducir el noticiero desde allí y mostró su vida hogareña a sus seguidores.

La propiedad de Sergio Lapegüe se encuentra en un barrio de chalets. En su residencia, el exterior está dominado por ladrillos a la vista, techo a dos aguas con tejas y un perímetro con portón de hierro negro, que le brinda un aspecto señorial.

En el fondo de su casa, el fanático de Elvis Presley cuenta con un amplio parque con jardín, piscina y un quincho, donde se reúne habitualmente toda la familia para disfrutar de los mejores encuentros gastronómicos.

Por su parte, en el interior, el hogar del conductor tiene ambientes amplios y, específicamente en el living, armó el estudio de televisión durante los meses de cuarentena obligatoria. “Se me complicó un poco el sueño, pero sobre todo aproveché mucho a mi familia”, señaló en ese momento.

En el resto de la vivienda, Lapegüe mantuvo la paleta ocre con los tonos de la madera y los ladrillos a la vista. También abundan los cuadros y adornos que brinda un clima hogareño y no falta la biblioteca en la que luce un Martín Fierro que ganó por su trabajo.

Demasiada exposición

Más allá de que en los meses de pandemia Sergio Lapegüe pudo disfrutar de su casa y, sobre todo, de su familia, eso le generó tal grado de exposición, mucho mayor a la habitual, que fue víctima de un robo.

Los ladrones aprovecharon un momento en que el conductor anunció que estaba de viaje en el extranjero y publicó imágenes de sus divertidos paseos por un lugar del Caribe. Pero, en Buenos Aires, los delincuentes se metieron en su casa y le dieron un verdadero disgusto.