PLANTAS

Mucho cuidado: si tirás la yerba usada en tus plantas, tenés que saber este dato

La descomposición de esta materia orgánica puede resultar perjudicial.
viernes, 1 de septiembre de 2023 · 13:55

En los últimos años, se empezó a incursionar en la vida sana y sustentable. Por este motivo, se comenzó a utilizar los restos de ciertos productos alimenticios para hacer compost, un abono natural rico en nutrientes. El problema con esto es que no todos los desechos considerados orgánicos tienen beneficios para las plantas.

Una de las prácticas que creció con esta moda es la de arrojar a las plantas la yerba del mate una vez que se utilizó. Sin embargo, contrario a lo que se cree, puede ocasionarles algunos daños a estos miniarbustos. Para que la yerba mate humedecida se convierta en abono, es necesario que entre en descomposición y se convierta en compost. Hasta que este proceso no se complete, no es útil como abono.

La yerba fresca no sirve como abono para las plantas.

El principal inconveniente radica en que, durante su descomposición, la materia orgánica libera grandes cantidades de nitrógeno, lo cual resulta nocivo para las plantas. Además, surge otro problema más cuando se hace esto: al arrojar yerba sobre la tierra de las macetas o la del jardín, se forma una capa que impide que la humedad llegue a las raíces, lo que obstaculiza la absorción de agua.

Hay que evitar tirar yerba húmeda a la tierra.

Por otro lado, las hojas de las plantas tampoco se salvan, debido a que este producto obstruye los poros por los cuales deben respirar. Incluso, los restos de yerba atraen a los insectos, ya sean hormigas, moscas o a los mismos ácaros. Pero hay una manera de poder reutilizarla sin perjudicar a la flora. Lo aconsejable es dejar que esta especie arbórea se descomponga por completo hasta tener una apariencia similar al café granulado. Es aquí cuando se convierte en humus y pasa a ser un buen abono.

 

Cómo convertir la yerba en abono

Convertir la yerba en un abono propicio para las plantas es más fácil de lo que se piensa. Se puede utilizar una maceta de cualquier tamaño, un canasto plástico o incluso destinar un rincón del jardín para hacer un pequeño pozo. Además, se pueden aprovechar otros residuos orgánicos como café, saquitos de té, cáscaras de huevo, frutas y verduras, entre otras.

compost casero con restos orgánicos.

Es importante cortar todos los residuos orgánicos en trozos pequeños y colocarlos en el recipiente o el rincón del jardín. De vez en cuando, se debe mezclar todo el contenido. Se sabe que el compost está listo cuando adquiere un color marrón o negruzco, un olor a bosque y una temperatura fría que indica que finalizó la descomposición microbiana. Hay que tener en cuenta que existen dos tipos de deshechos: aquellos con alto contenido de nitrógeno, como la yerba usada, café, té, frutas, verduras y cáscaras de huevo, y aquellos con alto contenido de carbono, como trozos de madera, ramas, hojas secas y papel. Para obtener un compost equilibrado, se debe mezclar capas alternadas de ambos materiales.