Cúrcuma y jengibre

La forma simple de cultivar tu propia cúrcuma y jengibre en maceta, para guardar o vender

La cúrcuma y el jengibre tienen muchos beneficios para la salud.
domingo, 18 de febrero de 2024 · 12:46

La cúrcuma y el jengibre tienen características muy parecidas a la hora de sembrarlas, pues el proceso de ambas se hace de la misma manera. Además, no es necesario ir al vivero para comprar semillas de esta planta, pues se puede cultivar con la misma especie herbácea que se consigue en el supermercado.

Para elegir la mejor planta para sembrar se debe tener en cuenta los brotes que tenga, pues esto ayudará a que se desarrolle con más facilidad. Una vez elegida la cúrcuma y el jengibre correcto, se coloca en una maceta con profundidad, pero se debe dejar un poco de la raíz a la vista, además de añadir tierra con altas cantidades de nutrientes.

cúrcuma y el jengibre
La cúrcuma y el jengibre del mercado se puede sembrar.

En el caso de la cúrcuma y el jengibre crecerán unas hojas hacia lo alto, y en caso de que estas se sequen, se puede volver a sembrar las mismas raíces para que den nuevos brotes, esta vez más verdes. Cabe resaltar que para obtener la planta se debe mover un poco la tierra y desenterrarlas.

Al ser originarias de Asia, específicamente de la India, este tipo de cultivo no soporta las temperaturas por debajo de los 15 grados. Por eso, es recomendable protegerlas del frío durante el invierno. Para dar la primera cosecha puede tardar, aproximadamente 10 meses.

cúrcuma y el jengibre
La planta dará unas hojas que se pueden marchitar muy rápido.

 

Los beneficios de la cúrcuma y el jengibre

Ambas plantas se puede prepara en forma de té y agregar como condimentos en las comidas, y ambas tienen beneficios antiinflamatorios, antioxidantes y digestivos. Además, son recomendadas para agregar a un plan alimenticio que tenga como objetivo disminuir de peso.

cúrcuma y el jengibre
La cúrcuma y el jengibre se puede comer en forma de té.

Es que el jengibre ayuda a disminuir el apetito, mientras que la cúrcuma evita la formación de tejido graso, por lo que impide que se acumule la grasa en el cuerpo, según indicó un estudio de la Universidad de Beijing, en China.