La planta medicinal y mágica que pocos conocen y que podés tener en casa

Existen todo tipo de plantas que mejoran nuestra vida en muchos aspectos. Además de ser un detalle decorativo grandioso, las plantas pueden renovar y purificar el aire de los ambientes de la casa, embelleciendo cada espacio con sus hojas y flores.

Sin embargo, estos no son los únicos beneficios. Es clave resaltar aquí también el poder que tienen las plantas, particularmente las de tipo medicinales, para aliviar ciertos malestares que podemos padecer.

En esta oportunidad, nos queremos enfocar en una planta que es poco conocida pero que tal vez tengas en casa, y que podría traerte numerosos beneficios: estamos hablando del ajenjo, la cual cuenta principalmente con propiedades digestivas, nutritivas y depurativas.

Las plantas de ajenjo se caracterizan por combatir sobre todo algunas afecciones de tipo gastrointestinales, razón por la cual es capaz de aliviar molestias a raíz de la presencia de gases en el intestino y diversos dolores de estómago.

Asimismo, la planta de ajenjo puede utilizarse para determinados problemas de salud, como aquellos vinculados al hígado y también afecciones biliares.

Por otra parte, es fundamental consultar con un médico antes de consumir estas plantas, dado que, debido a la tujona, que es su principal compuesto, si bien esta puede estimular el organismo, también puede generar convulsiones.

Este aceite esencial presente en las plantas de ajenjo, tal como se mencionó, puede beneficiar a la salud, pero al mismo tiempo, debe tenerse mucho cuidado en torno a su consumo, dado que, según lo indicó un estudio publicado por el Gobierno de Chile, puede generar este efecto indeseado en el organismo. No se recomienda consumir una infusión de ajenjo durante un tiempo prolongado, ni tampoco su ingesta en mujeres embarazadas.

Finalmente, cabe destacar que, al momento de consumir estas plantas, una de las formas más elegidas es creando una infusión. Para ello, se debe hervir un litro de agua y añadir siete gramos de dicha planta. Se debe dejar reposar durante un máximo de 15 minutos, y ya está lista para consumir hasta dos veces al día.