Ana Obregón enfrenta su desafío más complicado: el orgullo de una madre devastada

Desde el fallecimiento de Álex Lequio, Ana Obregón se llamó a silencio y no ha vuelvo a expresar el dolor que la inunda. La pérdida ha colmado los corazones no solo de aquellos que lo han conocido personalmente, sino de toda España que lo vio crecer desde el mismo momento en que nació.

A dos semanas de su prematura partida, la actriz ha decido desahogarse en un mensaje que hizo público, mediante el cual ha narrado en detalle la lucha del joven empresario por superar la triste enfermedad que acabó con su vida.

Instalada en su residencia de Madrid, Ana recibe las visitas y el apoyo continuo de sus hermanos, amigos y el mismo Alessandro Lequio y su esposa, María Palacios. Entre los tres se acompañan para sobrellevar el momento más difícil de sus vidas.

"Mi querido Hijo, sé que nunca te ha gustado que hable de ti públicamente, perdóname, me lo pide el corazón y ahora que tengo un poquito de fuerzas tenía que agradecer los cientos de miles de mensajes de cariño y admiración hacia ti. Tus primeras palabras fueron : 'yo solito' antes que papá y mamá. Y tú solito has querido vivir una vida discreta, sin protagonismos a pesar de tus padres famosos", comenzaba escribiendo la actriz. 

"Te has ganado a pulso, el cariño de todos los que te conocieron; primero en el colegio, luego en la Universidad con la beca que conseguiste para estudiar en Estados Unidos que culminaste en tu regreso a España, creando una empresa de éxito con 24 años", siguió luego Ana, demostrando el orgullo que sentía por Álex, su hijo amado.

"Has luchado valientemente dos años contra esa maldita enfermedad con una sonrisa, colaborando con fundaciones, ayudando y animando con tu sentido del humor a todos los que también la padecían. Te convertiste en su ejemplo. Demasiado noble, generoso, solidario, único y grande para caber en este mundo. Mi guerrero de la eterna sonrisa a pesar de los dolores, meses de hospitalización, y sufrimiento", con esas palabras, Ana describió la pelea que Álex le ha dado al cáncer, siempre de la mano de sus padres. 

"Viéndote sufrir sin una queja ha sido la lección de vida más cruel que una madre puede soportar", continuó Obregón.

Luego, la actriz y presentadora agradeció las muestras de afecto que ha recibido durante todo este camino que le tocó transitar junto a su hijo: "Tu viaje ha roto el corazón de toda España porque en vida has brillado TÚ SOLITO, como decías de pequeño. Ahora brillas en la eternidad iluminándonos para siempre. Sé que desde ahí arriba quieres agradecer tantos miles de mensajes de amor y admiración inesperados para ti pero que te ayudarán a tu largo viaje". "¿Qué puedo decirte hijo? Que eras /eres mi vida y ahora ya no hay nada. Que perder un hijo es morir y tener la obligación de vivir. Y tú querías vivir, casarte algún día y tener 5 hijos. Muchas noches en el hospital pedimos juntos a Dios que te curara y no nos hizo ni caso".

Por último, Ana se ha abierto a canal para despedirse con una frase desgarradora: "Ahora solamente le pido que pueda volver a abrazarte muy pronto porque te echo insoportablemente de menos. Mi Aless, ha sido y es un verdadero privilegio ser tu madre. Te quiero desde siempre y para siempre. Eternamente. Mamá".

Ana Obregón se había instalado el último tiempo en Barcelona para pasar con su hijo los últimos momentos de su vida, ya que había ingresado en el Hospital Quirón meses atrás. Al cabo de una semana después de su partida, regresó a Madrid junto a sus hermanos, Celia y Amalia, quienes no se han separado ni un instante de ella.