Bolsonaro fue denunciado en La Haya por crímenes contra la humanidad

Más de 60 sindicatos presentaron la denuncia.
martes, 28 de julio de 2020 · 10:13

Negligente e irresponsable. Así describieron los trabajadores de la salud el accionar del presidente brasileño, Jair Bolsonaro, frente a la gestión de la pandemia de coronavirus en el país. Más de 60 sindicatos presentaron una denuncia contra el mandatario por crímenes contra la humanidad en el tribunal de La Haya.

Entre los denunciantes se encuentra la Red Sindical Brasileña Unisaúde -representa a un millón de trabajadores de la salud-, que acusó al mandatario brasileño de “faltas graves y mortales” en la lucha contra la enfermedad. Según la denuncia, el accionar del Gobierno contribuyó a que el país supere los 80.000 decesos.

“El gobierno federal debería ser considerado culpable por su insensible actuación frente a la pandemia”, afirmó el secretario regional de la federación UNI Américas, Marcio Monzane.

La denuncia presentada en la Corte Penal Internacional, con sede en Holanda, también se extiende, dijo el sindicalista, al hecho de que el presidente se rehusó a “proteger a los trabajadores de la salud”. Además de los sindicatos de salud, firmaron la denuncia 60 organizaciones sindicales del país.

“Ir a la Corte Penal Internacional es una medida drástica, pero los brasileños enfrentan una situación extremadamente difícil”, agregó Monzane. 

Para los denunciantes, el líder ultraderechista puso en riesgo la salud de la población al promover manifestaciones sin el uso de tapabocas o al hacer propaganda a la hidroxicloroquina como medicamento para combatir el coronavirus aunque un estudio haya demostrado que no tiene eficacia.

Al presidente brasileño no sólo le llegan críticas por parte de los trabajadores de la salud. Ayer, un grupo de 152 obispos (de los casi 500 que tiene el país sudamericano) dieron a conocer un documento donde criticaron la “incapacidad” y la “ceguera” de Bolsonaro para manejar la crisis causada por la pandemia. 

El manifiesto fue atribuido a la llamada “ala progresista” de la Iglesia católica brasileña, muy crítica con el gobierno del ultraderechista. Allí también apuntaron contra su modelo económico liberal al sostener que no es sustentable una economía que “otorga privilegios a monopolios” en detrimento “de la gran mayoría de la población”.