Sudáfrica: corrupción hasta en medio de la pandemia

El país sudafricano superó la barrera de 10.000 decesos.
domingo, 9 de agosto de 2020 · 09:32

En momentos en que Sudáfrica supera los 10.000 fallecidos a causa de la enfermedad del nuevo coronavirus, altos cargos del Gobierno están sospechados de corrupción por cómo se están utilizando los recursos destinados a la lucha contra la pandemia.

Las sospechas van desde los niveles más bajos del ejecutivo del país africano -como dirigentes locales que roban las raciones de comida dirigidas a los más pobres, pero que no llegan- hasta los más altos, vinculados a las licitaciones para proveer equipos sanitarios.

Los hechos de estas características son tan evidentes que el propio presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa, admitió que se está “viendo mucha corrupción” en este contexto y que es algo que incluso ha llegado al “corazón” del partido oficialista Congreso Nacional Africano.

“Intentar sacar provecho de un desastre que se está llevando las vidas de nuestra gente cada día es una acción de carroñeros”, afirmó el jefe de Estado.

Actualmente, el país sudafricano se encuentra atravesando su peor crisis económica en casi 100 años, que ya había comenzado antes de la pandemia -cuando se registraban cifras de desempleo del 30%-, pero que ha empeorado con la llegada de la enfermedad.

Desde entonces, el hambre, la pobreza y el malestar social se han agudizado en Sudáfrica. Además, la ciudadanía ya no confía en la clase política y le reprochan al mandatario que su retórica contra la corrupción no pasa a los hechos. 

Sudáfrica es el quinto país a nivel mundial en cantidad de contagios por coronavirus con más de 550.000 casos, mientras que el total de fallecidos -10.210- lo coloca en el decimotercer lugar. Esto significa que la tasa de letalidad del virus es del 1,8%.

Sin embargo, se cree que es posible que las defunciones no se estén contando adecuadamente, puesto que, en base a tendencias históricas del pasado, se ve que entre mayo y julio de este año el país contabilizó 28.329 decesos más que los que hubiese tenido normalmente.