Desesperación de los refugiados tras el incendio del campamento en Grecia
El Gobierno griego envió carpas y barcos para albergar a los migrantes.
Miles de refugiados que quedaron sin techo se amontonaban a los costados de las rutas de la isla de Lebos, en Grecia. Agotados y desamparados, aún esperan la ayuda de emergencia.
Dos incendios, aparentemente provocados, destruyeron gran parte de las instalaciones del campo de refugiados Moria, en la isla griega. Este campamento era el más grande de Europa y estaba en pésimas condiciones.
A causa del fuego, 3.500 personas, de las más de 12.500 que allí vivían (en un lugar preparado para 3.000), quedaron sin techo. Migrantes sirios, afnagos, congoleños, entre otros ciudadanos de países de África y Asia, están deshechos.
Estamos abandonados a nuestra suerte, sin comida, sin agua, sin medicamentos
Así se lamentaba la migrante siria Fatma Al-Hani, quien vivía en el campamento con su hijo de dos años. Cerca, Mahmut, uno de los refugiados originarios de Afganistán, mostró su desesperación a la agencia AFP.
¿Qué vamos a hacer ahora? ¿A dónde podemos ir?
A causa de los incendios, los refugiados, entre los que se encuentran unos 4000 niños, tuvieron que dormir por segunda noche consecutiva en el suelo y sin contar con ningún artículo de primera necesidad.
La presidenta griega, Katerina Sakellaropoulou, llamó a la Unión Europea a no cerrar los ojos frente la tragedia. Por lo pronto, la canciller alemana y el presidente francés acordaron “repartirse” a 400 de los menores que quedaron sin techo.
