Myanmar: las protestas pacíficas por la democracia se cobran su primera víctima

Organismos internacionales exigen una investigación por los sucesos violentos.
viernes, 19 de febrero de 2021 · 11:26

La jornada de desobediencia civil en Myanmar está de luto. Una de las miles de manifestantes que se han sumado a la ola de protestas que exigen el regreso de la democracia ha fallecido este jueves, en un hospital de Yangón, capital política del país del sudeste asiático. Mya Thwate Thwate Khaing, una joven estudiante de 20 años, perdió la vida en la unidad de cuidados intensivos del hospital central de la ciudad tras pasar una semana en estado crítico. 

La información fue confirmada por en la cuenta oficial del Twitter de la organización Human Rights Watch, dedicados a la investigación, promoción y defensa de los derechos humanos en el mundo. En una cadena de tweets, el organismo detalló que la mujer recibió un impacto de proyectil el pasado 9 de febrero, mientras participaba en una de las tantas movilizaciones que se han reportado en Myanmar desde el primer día de este mes. Según el parte médico, Mya Thwate presentaba una lesión craneal que la mantuvo en estado de coma desde hace 10 días y, lamentablemente, hoy perdió la vida luego de ser desconectada de su soporte vital.

Ahora bien, los vídeos de seguridad de la protesta, con hora y fecha de ese día, muestran a la estudiante desvanecerse “sin causa aparente” en el piso cuando intentaba esquivar las ráfagas de agua propinadas por los tanques con los que la policía intentaba dispersar a los manifestantes pacíficos. Sin embargo, tras días de constantes averiguaciones y análisis de las imágenes, los investigadores del departamento científico de Amnistía Internacional lograron identificar, dentro de la multitud, a un efectivo de seguridad portando un arma y apuntando contra los civiles. Acto seguido, el organismo denunció el acto y culpabilizó a los cuerpos de seguridad del Estado de Myanmar por atentar contra la integridad física de los manifestantes en varias ciudades del país asiático

Por su parte, la junta militar insurrecta que actualmente dirige la nación asiática ha rechazado categóricamente las acusaciones de Amnistía Internacional, al tiempo que han emitido un comunicado en nombre de las Fuerzas Armadas de Myanmar donde explican que “los efectivos del orden público presentes en las movilizaciones no tienen permitido el porte de armamento con municiones reales, (sino) únicamente con proyectiles de goma, perdigones y gases lacrimógenos; todo los aceptados por las leyes internacionales”. Asimismo, la misiva asegura que “los cuerpos de seguridad antidisturbios emprenderán un proceso de investigaciones internas para verificar la información”. Todo esto sucedió ante las denuncias de decenas de personas que han confirmado lesiones por armamento real. 

Mientras tanto, las organizaciones no gubernamentales presentes en Myanmar han instado a la Junta de Gobierno a sancionar a los responsables del crimen y, a su vez, se han sumado las continuas peticiones de las Naciones Unidas (ONU) de detener por completo el despliegue militar en el país que solo aumenta la tensión en las protestas y podría desencadenar en un espiral de violencia mucho peor al ya reportado.