Terror en China: más de 200 sismos han sacudido al país en 24 horas
Reportan tres muertos, 27 heridos y daños materiales al sur de la región.
Dos grandes terremotos de gran intensidad seguidos de dos centenares de réplicas han sembrado el terror en todo el extremo sur de China, donde en las últimas 24 horas la Tierra no ha parado de temblar.
Entre la noche del viernes y en el transcurso del sábado, más de 200 sismos de menor intensidad han sacudido al país asiático, fenómeno que provocó el fallecimiento de tres personas y unos 27 heridos, además de los daños materiales y el pánico generalizado en las ciudades, informó la cadena de noticias CCTV en español.
Fuente: (Euronews)
A la par, el Servicio Geológico de Estados Unidos ha informado que ninguno de los temblores se produjo a gran profundidad, lo que los hace más propensos a provocar destrozos y colapsos en las infraestructuras.
Precisamente, las dos provincias chinas con más afectaciones son Yunnan y Qinghai, ambas ubicadas al extremo sur del gigante asiático y donde los daños son incalculables. Autopistas, puentes y edificios se han desplomado en las últimas 24 horas dejando escenas realmente caóticas en ambas metrópolis.
El Servicio de Protección Civil de China ha realizado miles de evacuaciones en la ciudad de Dali, cerca de la frontera con Birmania, para salvaguardar la vida de sus habitantes. Mientras que los cuerpos de bomberos y socorristas buscan sobrevivientes entre los escombros.
Réplicas de menor intensidad, pero más dañinas
Jonathan Tytell, un geofísico del servicio de sismología estadounidense explicó más temprano que de las más de 200 réplicas, registradas en las últimas horas en China, ninguna ha superado los 5.0 grados de intensidad en la escala de Richter lo que los hace poco peligrosos, sin embargo, las profundidades de los sismos tampoco han superado los 8 kilómetros de profundidad.
Ni siquiera los dos grandes sismos de las últimas 24 horas se han registrado a profundidades mayores a los 20 kilómetros, ya que el de 6,4 grados de Yunnan fue a unos 17 kilómetros bajo la tierra y el de 7,3 de Qinghai fue a 10 kilómetros, ambos extremadamente peligrosos.
