López Obrador criticó a las farmacéuticas por perseguir fines mercantiles con las dosis de refuerzo
Otros países de la región, como República Dominicana, Chile y Uruguay, ya aprobaron la aplicación de la tercera inyección.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, apuntó hoy contra los laboratorios fabricantes de vacunas contra el coronavirus por su insistencia en la necesidad de una dosis de refuerzo cuando no existe evidencia científica que lo avale tan pronto.
"Como es natural, las farmacéuticas quieren que se consuman más vacunas y nosotros tenemos que adquirir las vacunas que son necesarias y definir una política de protección a la gente, y no una política mercantil o comercial", afirmó el mandatario mexicano en su habitual conferencia de prensa matutina.
López Obrador señaló que esto no significaba un cuestionamiento a los laboratorios, pero que cada uno tenía “su papel” y que la función del Gobierno es “cuidar el presupuesto” del Estado y tomar decisiones "a partir de fundamentos científicos y no de declaraciones o de boletines".
A su turno, Hugo López Gatell, el subsecretario de Salud de México y la cara más visible de la lucha contra la pandemia en el país azteca, ratificó la postura oficial sobre las dosis de refuerzo.
Según indicó, hasta ahora no hay ninguna evidencia científica robusta que avale la necesidad de las dosis de refuerzo, aunque sí hay “una gran cantidad de información que viene de las secciones de mercadotecnia de las casas farmacéuticas” o de sus mismos gerentes que lo señalan.
“Hasta hoy 17 de agosto de 2021 seguimos monitoreando y seguiremos monitoreando. Si apareciera evidencia científica clara, robusta, consistente que mostrar que se redujera la potencia protectora de las vacunas esto podría llevar a otra decisión pero hasta hoy esto no ha ocurrido", sentenció.
A contramano de otros países, en línea con la OMS
La postura de López Obrador y de su gobierno contrasta con las decisiones tomadas por otros países como Chile, Uruguay, Estados Unidos o Israel, que ya autorizaron la aplicación de una tercera dosis de la vacuna contra el coronavirus para las poblaciones más vulnerables.
Estos países aprobaron estas medidas aún cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) pidió encarecidamente que no se hiciera para evitar que las dosis que podrían ir para los países más desfavorecidos (y que todavía prácticamente no iniciaron sus campañas) salgan del sistema para reforzar la vacunación de aquellas naciones.
