A un año de la fatal explosión del puerto de Beirut: que se ha hecho hasta ahora

El país se ha sumido en una profunda crisis económica, política y social.
miércoles, 4 de agosto de 2021 · 00:30

Hace 365 días, los ojos del mundo quedaron perplejos cuando una tremenda explosión destruyó por completo el famoso puerto marítimo de Beirut, ubicado en las costas mediterráneas del Líbano, en Oriente Medio.

Este evento sin precedentes, no solo provocó pérdidas económicas multimillonarias para el país, sino que además acabó con la vida de más de 200 personas y dejó casi 7.000 lesionados. Según cálculos de las autoridades libanesas, los daños arrojados tras el estallido del puerto de la capital sobrepasan los 15.000 millones de dólares. 

La detonación se produjo por el almacenamiento de más de 2.000 toneladas de nitrato de amonio bajo el puerto costero. 

Ahora bien, cuando ha pasado un año de esta devastadora tragedia que estremeció al país entero, la herida abierta en el puerto de Beirut aún sigue latente y las exigencias del pueblo libanés continúan intactas; piden justicia para los fallecidos, compensaciones económicas para los afectados y la eventual rehabilitación de la costa marítima del país.  

 

Más retrocesos que avances

A 12 meses explosión, las investigaciones judiciales continúan inconclusas. Las autoridades del país no han logrado ningún avance significativo en las exploraciones del caso y ni siquiera se ha concretado una fecha para llevar a juicio a los administradores del puerto marítimo de Beirut, acusados en 2020 de negligencia.

La crisis en el Líbano también desató un vacío de poder, porque desde marzo el país no tiene gobierno.

Además, luego de un año de paralización de actividades en los muelles marítimos de Beirut, las importaciones en el país se han reducido en un 60%, lo que ha incrementado los niveles de desempleo y ha desencadenado una crisis económica abismal que provoca escasez de comida, insumos básicos, medicamentos y combustible.

A medida que pasan los meses, el país se sumerge cada vez más en una cruenta espiral inflacionaria que genera pérdidas en el poder adquisitivo de los libaneses, lo que hasta la fecha, ha arrojado a la mitad de la población a vivir bajo el umbral de la pobreza extrema. Lo que significa que aún falta mucho para que la nación logre recuperase de este horrible suceso.