Tonga

Tonga recibe 250 mil litros de agua potable gracias a la ayuda internacional

La erupción del volcán submarino fue la más ruidosa desde que se tiene registro.
viernes, 21 de enero de 2022 · 09:18

Seis días después de la erupción del volcán submarino Hunga Tonga Hunga Haʻapai, Tonga pudo recibir los 250 mil litros de agua potable que envió Nueva Zelanda en un buque militar.

El agua es una de las principales necesidades del país oceánico, puesto que la ceniza volcánica contaminó los acuíferos y reservas. Las autoridades de Tonga habían pedido asistencia internacional urgente para responder a esta situación: casi la mitad de la población depende ahora del agua embotellada.

Oficiales de Nueva Zelanda preparan los equipos para la asistencia a Tonga.

El barco HMNZS Aotearoa de la Marina de Nueva Zelanda arribó hoy al puerto de Nuku’alofa, la capital de Tonga. A bordo, no solo se encuentra la preciada agua, sino también una planta desalinizadora que tiene la capacidad de producir 70 mil litros diarios.

Otro buque, esta vez proveniente de Australia, otro de los países importantes de la región, está en camino. En sus bodegas también lleva miles de litros de agua para los habitantes del golpeado archipiélago.

Soldados australianos ingresan en el buque hacia Tonga el martes pasado.

Además, las autoridades neozelandesas informaron que esta noche zarpará otro barco que llevará materiales para purificar agua, así como también elementos para asistir al desescombro y la construcción.

Ya ayer, China había enviado donaciones de cientos de cajas de botellas de agua y se comprometió a mandar elementos de higiene y suministros médicos, así como también generadores de energía. El Reino Unido, por su parte, también prometió ayuda similar que llegará a principios de la semana que viene.

Fuente: (Público).

 

La erupción más ruidosa

La violenta erupción del volcán submarino cercano a Tonga que ocurrió el sábado pasado fue la más ruidosa desde que comenzaron los registros, según informó el instituto geológico neozelandés GNS Science.

No solamente la explosión se sintió a lo largo y a lo ancho del océano Pacífico —hasta en lugares tan remotos como Alaska (Estados Unidos)—, sino que las ondas atmosféricas creadas por la erupción se registraron alrededor de todo el planeta y todavía “continúan dando la vuelta al mundo”.

Las ondas acústicas fueron registradas incluso por el Laboratorio Subterráneo de Canfranc (España), que está ubicado a nada más y nada menos que a 17 mil kilómetros del lugar de la erupción. No se registraba tal fuerza en una erupción desde la del trágicamente célebre Krakatoa en 1883.