Afganistán
Una mujer embarazada tuvo que pedir ayuda a los talibanes porque Nueva Zelanda no la dejaba regresar
La periodista denunció el polémico caso a raíz de las estrictas políticas sanitarias del país oceánico.Una periodista de Nueva Zelanda, Charlotte Bellis, puso a las políticas fronterizas de su país bajo la lupa al informar que tuvo que recibir ayuda de los talibanes en Afganistán después de que las autoridades neozelandesas le denegaran el regreso de emergencia desde Europa.
La reportera, que está embarazada y que desea volver a Nueva Zelanda, afirmó que se sintió traicionada por el país oceánico, según una carta abierta que publicó en el diario New Zealand Herald.
Allí contó cómo se desarrolló su historia. La periodista de Nueva Zelanda se encontraba en Doha (Qatar) en desempeño de su labor para el multimedio local Al Jazeera, cuando en noviembre descubrió que estaba embarazada.
Debido a que en el pequeño país de la Península Arábiga están prohibidos los embarazos por fuera del matrimonio, Bellis y su pareja (el periodista belga Jim Huylebroek) abandonaron Qatar rumbo a Bélgica.
Sin embargo, allí no tenía tiempo de visado suficiente como para dar a luz, puesto que espera para mayo. Por eso, pidió retornar a Nueva Zelanda. Sin embargo, las fronteras del país liderado por Jacinda Ardern están prácticamente cerradas desde el inicio de la pandemia: los ciudadanos pueden volver a cuentagotas.
Así, sin poder volver a Qatar ni a Nueva Zelanda y tampoco poder quedarse en Bélgica, Bellis vio que el único país donde tenía visado de residencia era Afganistán, donde había estado hasta el año pasado.
Según su relato, la periodista, entonces, se contactó con un alto funcionario talibán, quien le dijo que viajara sin problemas. "Simplemente diga a la gente que estás casada y si hay problemas, llámenos”, afirmó que le dijo el talibán.
Bellis había ganado cierta notoriedad internacional el año pasado al ser la primera persona que preguntó a los talibanes qué harían para proteger a las mujeres, en la primera rueda de prensa que dio el movimiento islamista tras la toma del poder de Afganistán.
"Cuando los talibanes te ofrecen —a una mujer no casada y embarazada— un refugio, sabés que la situación se ha descontrolado", sentenció Bellis, que se encuentra en Afganistán esperando para volver a su país.
La respuesta del Gobierno neozelandés
Chris Hipkins, el ministro neozelandés encargado de la crisis sanitaria, negó que no hubiera espacio suficiente en los centros de cuarentena para los viajeros que regresan al país en circunstancias especiales.
Fuente: (El Universal).
Al respecto de este caso, afirmó: "Entiendo que quería volver en una fecha específica y que funcionarios la contactaron para pedir más datos poco después de mirar su solicitud". Además, indicó que Bellis había recibido asistencia consular de Nueva Zelanda desde que volvió a Afganistán en diciembre.
Pese a que el caso levantó críticas a las estrictas medidas fronterizas de Nueva Zelanda, Bellis tampoco evitó que los dardos apunten también contra ella por el trato privilegiado que recibió por parte de los talibanes.
Algo es seguro: al gobierno talibán le viene bien un poco de publicidad favorable cuando el país está al borde del precipicio y cuando todavía ningún país del mundo reconoció su legitimidad la frente del Estado centroasiático.