Italia
Las misteriosas momias infantiles de Italia por fin develarán sus secretos: nuevo estudio
La investigación de las momias de Palermo se extenderá por al menos dos años.Un grupo de científicos de la Universidad de Staffordshire (Reino Unido) estudiará uno de los mayores y tenebrosos misterios de la ciudad de Palermo, ubicada en la isla de Sicilia, Italia: las momias infantiles de las catacumbas del Convento de los Capuchinos.
A partir de este mes, los bioarqueólogos británicos se trasladarán a la isla por dos años y, con tecnología de rayos X, capturarán las imágenes, de pies a cabeza, de 41 de las 163 momias de niños que se encuentran allí. Dichos restos datan de entre 1787 y 1880.
"Esperamos comprender mejor su desarrollo, su salud y su identidad, comparando los fondos biológicos con el tipo de cosas más culturales: la forma en que los individuos han sido momificados y también la ropa que llevan", indicó Kirsty Squires, quien liderará la investigación sobre las momias.
Según explicó la profesora al diario británico The Guardian, “hay muy poca evidencia documental sobre los niños a los que se les concedió la momificación y los registros de defunción del período contienen información limitada”.
Se espera que las radiografías que se tomen ayuden a estimar el sexo y la edad de los niños, así como también cualquier lesión patológica que pueda explicar los motivos de sus decesos.
El doctor Dario Piombino-Mascalli, que también trabajará en el estudio, explicó que muchos de los niños se habían momificado como resultado de una deshidratación natural, mientras que otros habían sido tratados químicamente. Estos últimos están mejor preservados.
“Algunos de ellos están maravillosamente preservados. Algunos realmente se ven como niños que están durmiendo. Algunos se oscurecieron con el tiempo, pero algunos incluso tienen ojos falsos, así que parece que te miran. Parecen pequeñas muñecas”, ilustró el experto.
Las catacumbas
La historia de estas momias data desde el siglo XVI. Los monjes capuchinos habían creado una fosa común para sus muertos, pero cuando esta se llenó, se comenzaron a depositar en una bóveda hasta que se cavara una nueva cripta.
No obstante, cuando fueron a reubicar a los fallecidos, vieron que 45 de los frailes que exhumaron se habían momificado naturalmente y que sus caras mantenían sus rasgos, algo que señalaron como un hecho divino.
Por ello, en lugar de enterrar los restos, los cuerpos fueron puestos en exhibición como reliquias a lo largo de un pasillo. Luego, en 1787, se dispuso que cualquier habitante de la región tenía el derecho de ser ubicado en las catacumbas y no solo los religiosos, incluidos los niños.
Hasta ahora, casi todas las investigaciones se realizaron en las momias adultas, con excepción de los restos de Rosalia Lombardo, una niña que murió de neumonía en 1920 una semana después de cumplir los dos años y cuyos restos están intactos, y pueden verse en una cámara acondicionada.