Congo
La venta de permisos petroleros amenaza la segunda selva más grande del mundo
Organizaciones no gubernamentales afirman que pone en peligro a los gorilas de montaña, una especie en peligro crítico de extinción.Ciudadanos de la República Democrática del Congo denuncian que la venta de permisos de exploración petrolera pone en juego la seguridad de la segunda selva tropical más grande del mundo detrás del Amazonas. Según comentan, entre las regiones afectadas se cubren zonas del parque nacional de Virunga, el hogar de los gorilas de montaña, una especie de primate en peligro crítico de extinción.
En los últimos meses, se presentó el mapa completo de la distribución carbonífera en la cuenca del Congo que, de acuerdo con especialistas, podría guardar el equivalente a tres años enteros de petróleo a nivel mundial. Este descubrimiento, que hasta el 2017 solo se trataba de especulaciones, pone en juego una de las zonas con mayor biodiversidad del mundo, que a su vez es de las menos exploradas.
A pesar de esto, el ente gubernamental de Congo decidió vender los derechos de 240 mil kilómetros cuadrados a lo largo y ancho del país, de los cuales 10 mil se encuentran en el corazón de la turba dentro de la jungla. Conforme al gobierno, ellos insisten que es parte del uso soberano de los recursos naturales de su nación, para mejorar el crecimiento del país. “Nuestras responsabilidades son con el pueblo que paga sus impuestos y en su amplia mayoría vive en condiciones de extrema pobreza y aspira a un mejor estado económico”, sentenció Didier Budimbu, ministro de hidrocarburos de la RDC, hace unos meses, en una entrevista a The Guardian.
Crecen las tensiones en el Congo
Miles de personas se manifestaron este fin de semana en Goma, una ciudad limítrofe entre la república del Congo y Rwanda, al afirmar que el embajador del país vecino es uno de los encargados de armar y apoyar de manera económica el movimiento rebelde M23, que empezó a tomar a la fuerza algunos sectores de la nación africana.
A lo largo del domingo, el Gobierno de Congo forzó al enviado de Rwanda a abandonar el país en 48 horas, además de quitar al suyo en la nación limítrofe, algo que sus vecinos tomaron como “una verdadera pena”. Debido a este movimiento, se aumentó la cantidad de fuerzas armadas en la frontera y la Unión Africana llamó a un alto el fuego.