Brasil

Con un decreto, Jair Bolsonaro ratificó el fomento a la minería que afecta a la Amazonía

La minería y la extracción ilegal de madera son las grandes amenazas de la selva tropical.
lunes, 14 de febrero de 2022 · 13:17

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, firmó un decreto que crea el Programa de Apoyo al Desarrollo de la Minería Artesanal y de Pequeña Escala (Pro-Mape), con el objetivo de fortalecer las políticas para desarrollar la “minería artesanal y a pequeña escala”, conocida como “garimpo”.

Según el Gobierno del mandatario ultraderechista, esta propuesta busca estimular “las mejores prácticas” y la “formalización de la actividad”. La nota de la Secretaría General de la Presidencia sobre la nueva disposición impulsada por Jair Bolsonaro defendió la medida.

“Garimpo” de oro en el estado de Pará.

Es importante destacar que la minería artesanal y en pequeña escala es fuente de riqueza y renta para una población de cientos de miles de personas, por lo que es fundamental que las acciones del Gobierno reconozcan las condiciones en que vive el pequeño minero”, indicó el Ejecutivo liderado por Jair Bolsonaro.

 

Oposición a la medida

Al contrario de los argumentos del mandatario del país vecino, expertos ambientalistas sostienen que el “garimpo” no tiene nada de artesanal y que es una de las grandes amenazas que padece la Amazonía.

“Garimpo” en el territorio del pueblo yanomami.

"Los garimpos son una de las principales amenazas a la selva amazónica y sus pueblos, y están lejos de operar en escala artesanal o rudimentaria, ya que lo hacen como verdaderas organizaciones industriales", indicó un estudio de la ONG Instituto Escolhas que fue publicado la semana pasada.

En términos concretos, la Amazonía (que es la mayor selva tropical de la Tierra) concentra el 72% de la minería de Brasil. De ese total, el 67% corresponde al “garimpo” y, la mayor parte de esta actividad, tiene lugar en áreas de preservación ambiental.

En enero de este año, la deforestación de la Amazonía se disparó y alcanzó un nuevo récord.

Además de la minería, el otro gran peligro para la selva tropical brasileña es la extracción maderera ilegal. Ambas actividades impulsan la deforestación de la Amazonía, algo que se incrementó desde que Jair Bolsonaro llegó al Planalto.