Japón

Tremendo invento en Japón: crearon unos palillos que modifican el sabor de la comida

Específicamente, lograron alteraciones en los sabores salados y dulces.
viernes, 15 de abril de 2022 · 03:00

La Universidad de Meiji y la empresa Kirin Holdings (parte del conglomerado Mitsubishi), ambas en Japón, desarrollaron unos palillos que son capaces de aumentar el sabor salado de las comidas.

Estos novedosos palillos creados en el país asiático están unidos a un dispositivo que tiene una batería que transmite ondas eléctricas mientras se sujeta la comida. Las personas no son capaces de detectar estos estímulos eléctricos porque son muy débiles, pero realizan cambios en el sabor de la comida, según explicaron desde Japón.

Una persona prueba los palillos eléctricos.

Específicamente, dichas descargas reajustan los iones del cloruro de sodio (sal común) y del glutamato de sodio (vinculado al sabor dulce), entre otros compuestos. Esto hace que se modifique el gusto que se obtiene de los alimentos que se sostienen con estos palillos creados en Japón.

 

Cuál es su objetivo

Los voluntarios que participaron de las pruebas indicaron que percibieron un aumento en “los niveles de profundidad, dulzura y sabrosura general” al tomar una sopa de miso (un plato típico del país insular) que tenía bajo contenido de sal.

Los palillos eléctricos.

Así, se comprobó que si un alimento tiene sus niveles de sal reducidos en un 30%, al utilizar estos palillos eléctricos la comida se percibirá como si el sabor salado tuviese un nivel de sodio normal.

Para los creadores de estos instrumentos, se trata de una gran noticia porque pueden potenciar hábitos más saludables al hacer que la comida baja en sodio pueda ser percibida como más sabrosa. Por otro lado, adelantaron que este sistema podría ser empleado también en cucharas y otros utensilios.

La sal en exceso es perjudicial para la salud.

Este invento podría ser un buen elemento para mejorar la vida de los ciudadanos de Japón, donde el exceso de sal representa un problema de salud pública: según datos de las autoridades sanitarias, los adultos consumen el doble del límite recomendado por la OMS (Organización Mundial de la Salud).