Obesidad

Unas toxinas ambientales podrían estar detrás del aumento de la obesidad en el mundo

Tres investigaciones que revisaron 1.400 estudios llegaron a esta conclusión.
jueves, 19 de mayo de 2022 · 22:30

La obesidad se triplicó a nivel global desde 1975 y hay científicos que quieren encontrar las causas detrás de esta tendencia. Una de ellas serían los químicos denominados “obesogénicos”, un área de estudio que todavía no forma parte de las principales corrientes médicas, pero de la que un grupo de 40 científicos afirma tener evidencias contundentes.

En su revisión de 1.400 estudios señalan que estos químicos que estarían detrás de la obesidad (o que influirían en la enfermedad) son al menos 50. La mala noticia es que estas toxinas obesogénicas están en todos lados: en el agua, en la tierra, en los productos de higiene personal, en los artículos de limpieza, en los paquetes de comida y en los productos electrónicos, entre otros.

En 2020, 12 estudios encontraron que había una relación entre los niveles de BPA y la obesidad en adultos.

Algunos de estos químicos son los ftalatos o el BPA (bisfenol A), un aditivo plástico. Los químicos obesogénicos también estarían en los pesticidas y en la contaminación atmosférica. Pero ¿cómo estos componentes pueden vincularse con la obesidad?

“Resulta que los químicos arrojados en el ambiente tienen estos efectos secundarios porque hacen que las células hagan cosas que no harían de otra manera y una de esas es acumular grasa”, aseveró el profesor Robert Lustig, de la Universidad de California (San Francisco).

Alrededor de 2 mil millones de adultos tienen sobrepeso en el mundo.

Más aún, esta investigación concluyó que las personas son más vulnerables a los obesogénicos en los primeros años de desarrollo, puesto que se alteran varias partes del sistema metabólico de manera irreversible. Sin embargo, algo todavía más preocupante es que el impacto de algunos químicos puede pasar de generación en generación.

“Tenemos cuatro o cinco químicos que también causan obesidad epigenética transgeneracional”, indicó el doctor Jerrold Heindel, del Instituto Nacional de Ciencias de la Salud Ambiental de Estados Unidos.

Unos 40 millones de niños menores de 5 años tienen sobrepeso u obesidad a nivel mundial.

 

La obesidad no es individual

Uno de los mayores errores al hablar de esta condición es la noción de que la obesidad es causada por comer demasiado y ejercitarse poco. “Esto es una tontería”, asegura la profesora Barbara Corkey, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Boston y antigua presidenta de la Sociedad de Obesidad.

“Las personas con sobrepeso y obesas llegan a extremos tremendos para perder peso y a la industria de las dietas les ha ido extremadamente bien. Sabemos que eso no funciona. Cuando la profesión médica no entiende algo, siempre culpamos a los pacientes y, desafortunadamente, la gente todavía es señalada como responsable por la obesidad”, sentenció.

La investigadora Barbara Corkey, quien todavía no está del todo convencida acerca del paradigma obesogénico, asegura que las investigaciones tienen que seguir en esta dirección.

Los científicos detrás de este nuevo abordaje de la obesidad no tienen dudas. Incluso, Lustig aventura un panorama de la situación. “Si tuviera que adivinar, basado en el trabajo que hice y en todo lo que leí, diría que los obesogénicos están detrás de entre el 15 % y el 20 % de la epidemia de obesidad. Muchísimo”, indicó.

El resto correspondería a las dietas basadas en comidas procesadas que contendrían, en sí mismas, químicos obesogénicos.