Grecia

Varios migrantes denuncian que fueron forzados en Grecia a expulsar a otros de vuelta a Turquía

La Policía los obliga a "colaborar" a cambio de un permiso para permanecer en el país.
martes, 28 de junio de 2022 · 13:14

La situación migratoria entre Turquía y Grecia es incluso más dramática de lo que se pensaba. A las continuas denuncias por parte de las autoridades turcas de que Atenas devolvía “en caliente” y de manera ilegal a los migrantes que cruzaban la frontera, se suma otro matiz: muchas veces, los propios inmigrantes son forzados a trasladar a otros como ellos de regreso a Turquía.

Seis migrantes de nacionalidad siria y marroquí se animaron a hablar sobre cómo fueron obligados a participar en operaciones de “devolución” de personas a través del río Evros (también conocido como Maritsa), que separa a Grecia de Turquía. Algunos de ellos fueron coaccionados directamente por la policía del país heleno.

Unos migrantes abordan un bote para intentar cruzar el río hacia Grecia en medio de la noche.

Esta nueva información sobre el drama en la frontera entre Grecia y Turquía fue revelada en una investigación realizada en conjunto por The Guardian, Le Monde, Lighthouse Report, Der Spiegel y ARD Report München. Los testimonios indican que la Policía griega también robaba a los solicitantes de asilo antes de meterlos en los botes inflables de regreso a Turquía.

 

El modus operandi

A pesar de que Atenas siempre negó realizar estas operaciones, los habitantes de los pueblos fronterizos con el territorio turco hablan abiertamente de la existencia de solicitantes de asilo que “trabajan” para la Policía, al tiempo que dos oficiales veteranos de Grecia confirmaron que usan a ciudadanos que no son ni griegos ni turcos como agentes para realizar las devoluciones.

Un migrante es rescatado en una isla del río Evros mientras intentaba cruzar a Grecia.

Uno de estos fue un sirio que, para proteger su identidad, fue llamado Bassel en la investigación. Este hombre, que huyó de su país en ruinas con el objetivo de solicitar asilo en la Unión Europea, se encontró con que la Policía de Grecia golpeó al grupo con el que viajaba, les sacaron la ropa y los metieron a todos en una celda de la comisaría de Tychero.

No obstante, cuando vieron que Bessel hablaba inglés, le ofrecieron un “trato”: trabajaba con la Policía o lo acusaban de tráfico de personas e iba preso. Bessel no tuvo opción. Le dijeron que no recibiría dinero a cambio de su “colaboración”, pero que le darían un permiso para permanecer un mes en el país europeo, además de que podía quedarse con una parte de las pertenencias que les sacaran a los migrantes.

La ubicación de las dos ciudades donde se confirmó esta práctica.

Así fue que durante el día lo tenían encerrado y durante la noche lo liberaban para conducir el bote con los desesperados migrantes a bordo hasta la orilla turca. Otros dos solicitantes de asilo confirmaron esta historia de reclutamiento e informaron que los policías los golpeaban si algo salía mal. Algunas fuentes policiales que colaboraron con la investigación indicaron que se usaban agentes externos como Bessel para evitar confrontaciones con las fuerzas turcas.

Por otro lado, otros tres migrantes indicaron que en Neo Cheimonio, otra ciudad fronteriza, había un migrante sirio, que trabajaba con la Policía y que vivía en un container en el terreno de la comisaría, que era el que estaba encargado de obligarlos a realizar esta terrible tarea.