Sin agua, con coronavirus y frialdad política: así es es infierno que padece la Villa 31. ¡Aberrante!
El COVID-19 no da tregua a los más vulnerables.
Desde que el coronavirus llegó a la Villa 31 los vecinos viven temerosos, y cómo no hacerlo si ni siquiera cuentan con algo tan básico como el agua para poder higienizarse y prevenir la enfermedad que ya lleva más de 200 víctimas fatales en nuestro país.
Mientras tanto, los habitantes del Barrio 31 soportan la frialdad política y el desamparo, al grito de auxilio por parte del Estado para que la aglomeración -casi inevitable por las condiciones de hacinamiento en la que viven- no se convierta en un arma mortal en medio del coronavirus.
El corte de agua en el barrio popular de la Ciudad de Buenos Aires ya lleva cinco días, según denunciaron en La Garganta Poderosa.
Los ciudadanos de la villa de emergencia cuestionaron la falta de empatía y la sobra de cinismo en la administración pública, tras pasársela sugiriendo lavarse las manos constantemente para evitar contraer el coronavirus y contagiarlo a otras personas.
La semana pasada, trascendió el primer caso de coronavirus en uno de los asentamientos porteños más grandes y no pasó mucho tiempo para detectar los positivos del COVID-19 que vieron detrás por contagio de la paciente 0.
Sin embargo, lejos de tomar verdaderas cartas en el asunto y resguardar la salud de los más vulnerables al costado de la autopista, el Gobierno de la CABA no hizo más que confirmar que en todas las villas hay infectados.
La mayor cantidad de casos positivos de coronavirus se concentra en la 1-11-14 y le sigue la Villa 31, donde se detectaron 11 pacientes y seguramente seguirán apareciendo más, puesto que, tal como se visibilizó en un video que circuló por las redes, la cuarentena obligatoria no se respetó a rajatabla como así tampoco el distanciamiento social adecuado. El hambre y la necesidad de trabajar llevó a la gente a salir a las calles a buscar el mango para subsistir en esta nueva crisis.
