Aníbal Fernández cruzó a Carrió y la acusó de integrar “la mafia de la mesa judicial”
El nuevo ministro de Seguridad le respondió a la exdiputada nacional que lo involucró con la muerte del fiscal Alberto Nisman.
Con la vuelta de Aníbal Fernández también regresaron sus detractores y una de las principales es la exdiputada nacional Elisa Carrió. En este contexto, la dirigente opositora reapareció en televisión y lo acusó de estar involucrado en la muerte del fiscal Alberto Nisman.
De esta manera, la líder de la Coalición Cívica fue entrevistada por el periodista Joaquín Morales Solá en la señal de televisión TN y aseguró que el nuevo ministro de Seguridad “conoce todas las mafias porque es parte de ellas”. Además, calificó su regreso como “la vuelta de un monstruo alicaído”.
Por otro lado, vinculó al ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni y a Aníbal Fernández con el “asesinato más terrible en la historia de la República: el del fiscal Nisman”.
Para asegurar esta acusación, afirmó: “Quien controla la Federal desde siempre es Aníbal. Ahora, antes de matar a Nisman, que estaba programado, ¿quién asume como jefe de Gabinete? Aníbal Fernández, en diciembre”. Lo cierto es que las fechas son erróneas y el funcionario asumió en el cargo que menciona Carrió el 26 de febrero de 2015 y el fiscal fue hallado sin vida el 18 de enero.
A su juego lo llamaron
Una de las cualidades de Aníbal Fernández es que es un gran orador, más allá de las consideraciones personales que cada persona pueda hacer de su labor, resulta poco objetable su capacidad de argumentar y llevar las discusiones para el rumbo que él busca.
En este caso, no dejó pasar las acusaciones de Carrió y compartió un mensaje en su cuenta de Twitter con cierta ironía: “Señora, le juro por Dios que conozco a la mafia de la mesa judicial que usted integraba junto a Pepín Rodríguez Simón y otros, pero ¡nunca formé parte de ella!”.
Por último, vale recordar que Carrió formó parte de la operación de prensa y judicial que involucró a Fernández con el narcotráfico y le costó el apodo de “la morsa”, además de una pérdida de imagen que influyó en su derrota electoral contra María Eugenia Vidal. Finalmente, la Justicia lo libró de todo cargo por inexistencia de pruebas.
