La historia de Zapala de los últimos 54 años pasó por “El Chancho Rengo”

Para comenzar a contar la historia de la tradicional confitería El Chancho Rengo en Zapala, lugar emblemático de la ciudad, nos tenemos que remontar al año 1962.

Pero a decir verdad, todo se inicia una década atrás del año mencionado, dado que en el mes de abril del año 1951 arriba a Zapala desde Bahía Blanca, como inspector de la DGI, Carlos Santiago López Camelo, con la misión de visitar e inspeccionar los comercios de la localidad.

Con el correr de los días y de los meses, a López Camelo le comenzó a entusiasmar la idea de radicarse en Zapala, porque observaba el notorio crecimiento comercial que tenía la región.

Finalmente, en el año 1952 decide venir a radicarse en Zapala, acompañado de su familia y de su pequeño hijo Juan Manuel, de tan solo seis meses de vida, quien con el correr de los años tuvo una participación fundamental en la historia que contamos.

En el año 1962 López Camelo (padre) encamina el proyecto y la construcción del edificio comercial, con galería incluida, en la céntrica esquina de Avda. San Martín y Etcheluz, contratando a la empresa Ballarini y Bago, la cual se encontraba ejecutando las primeras calles de asfalto en Zapala.

El emprendimiento por parte de López Camelo era muy ambicioso en lo que respecta a la parte económica, por lo que para poder encarar la etapa final de construcción necesitaría de un crédito otorgado por alguna institución bancaria.

Pese a las promesas y continuas reuniones para poder concretar la ayuda financiera, esta nunca llegó, por lo que la obra se paralizó totalmente. Es ahí donde López Camelo recibe una propuesta de Neuquén Construcciones para finalizar la misma, quedando para la empresa el usufructo de los locales comerciales por el término de diez años.

El compromiso entre las partes se cumple y en el año 1966 inaugura sus instalaciones la confitería El Chancho Rengo, estando la conducción al mando de Neuquén Construcciones, en las personas de los Sres: Soto, el Ing. Quevedo y Miguelito Afione, quienes la explotan comercialmente hasta el año 1969.

Luego, se hace cargo de la confitería Oscar Bruce, y a posterior Juan Manuel “Jhony” López Camelo se pone el negocio al hombro el 8 de julio de 1970, involucrándose de lleno en la actividad gastronómica.

A posteriori, también estuvieron a cargo de El Chancho Rengo: en el año 1976, los hermanos Natalini, acompañados por Ayoso; luego un jovencito Hugo “Buque” Pino; y a partir del año 1987 la actual conducción de la familia Aguilera-Cuevas.

Un dato relevante para destacar está dado en que El Chancho Rengo tomó trascendencia nacional, al ser mencionado en las crónicas de los diarios y canales de televisión de todo el país, teniendo en cuenta que los periodistas de diversos medios redactaban sus partes diarios desde una mesa de la confitería en Zapala, en momentos que realizaron la cobertura del triste e impactante caso del soldado Carrasco.

Podemos mencionar miles de anécdotas a lo largo de 54 años de trayectoria, de las figuras y personalidades que visitaron y disfrutaron la confitería, de las tradicionales mesas de café a lo largo de distintas épocas. No alcanzarían varios cuadernos para transcribirlas y ofrecerlas a los lectores, pero seguramente serán muchas más las que están por venir en los próximos años.