La condiciones de la terapia intensiva del Castro Rendón son "deplorables"

Así lo sostuvo una pericia judicial que alertó por riesgos eléctricos, falta de ventilación y malas condiciones en las salas de descanso.
martes, 13 de julio de 2021 · 17:32

El hospital Castro Rendón es el más importante de la provincia. Con la llegada del coronavirus, sus terapias intensivas respondieron, se ocuparon y también se saturaron. Los trabajadores de Salud advirtieron de su mal estado, por eso se hizo una pericia judicial que concluyó que las condiciones son “deplorables”.

Antes del comienzo de la segunda ola, la noticia era que Neuquén contaba cada vez con menos terapistas porque renunciaban a trabajar en el establecimiento provincial. A partir de sus denuncias, se ordenó una pericia sobre el área de la Unidad COVID.

Las pericias recomiendan un mejor control de plagas.

El informe de seguridad e higiene detectó deficiencias en los sistemas de evacuación, múltiples riesgos eléctricos, incluso presencia de cucarachas y además malas condiciones de salubridad en las zonas de descanso del equipo de Salud, dio a conocer el diario Río Negro.

La información del peritaje se recabó en el quinto piso del hospital Castro Rendón. Para emitir las conclusiones, hicieron cuatro visitas al lugar: el 5 de abril para una inspección ocular y el 28 del mismo mes para una medición de iluminación. Luego acudieron dos días más, el 14 de mayo y el 7 de junio, para solicitar una documentación que nunca fue entregada.

Las pericias son parte de la prueba con la que la jueza María Eliana Reynals deberá dictar sentencia al terminar la feria judicial.

Entre las condiciones más graves, el perito destacó las malas instalaciones eléctricas. “No solo coloca en peligro al personal que se encuentra en dicha área, sino que hace que se filtren distintos tipos de temperaturas y que la humedad penetre en las instalaciones haciendo que el peligro de un posible cortocircuito o incendio aumente”, describió.

 

Las quejas de los terapistas

Estas pericias se realizaron a partir del pedido de amparo que hicieron los terapistas del hospital Castro Rendón. Dicha acción fue presentada el 15 de enero y entre las demandas figuraban las quejas por las extensas jornadas de trabajo, la sobresaturación de la atención, la ausencia de zonas adecuadas para el descanso, falta de insumos y remuneraciones acordes a los servicios prestados y que veían su salud mental y la de su equipo afectadas.

A casi seis meses del pedido, renunciaron 5 de los 11 terapistas. De los 6 que quedaron, 2 están con licencia.