Otra vez el ritual del Último Primer Día terminó con disturbios y destrozos en Neuquén

La creatividad de los jóvenes para introducir nuevas formas de diversión a menudo genera preocupación debido a las posibles consecuencias y peligros, incluso para ellos mismos. En los últimos años, se instaló entre los adolescentes que comienzan el último año de la secundaria, el Último Primer Día (UPD), que se caracteriza principalmente por el consumo excesivo de alcohol durante la noche anterior al inicio del ciclo lectivo.

Neuquén no está ajena a la práctica tribal del UPD. A pesar de las reiteradas reuniones entre los directivos de las escuelas secundarias, los estudiantes y las familias para acordar pautas de convivencia y respeto, que según las autoridades "han obtenido resultados positivos", admiten que nunca faltan los disturbios y destrozos en varios lugares, como ocurrió en algunos rituales este año.

Vecinos del barrio Tres Cerros, residentes en el sector cercano a la Escuela de los Andes, denunciaron que se despertaron sobresaltados por explosiones de fuegos artificiales y bombas de estruendo, que comenzaron alrededor de las 5 de la madrugada. “Primero pensaron que se trataba de un transformador de la ruta, pero luego se escucharon muchas más explosiones”, expresaron. Al salir, descubrieron que se trataba “de los pibes, que estaban tirando fuegos artificiales, petardos y bombas”. “Venimos de hacer campañas por el riesgo de los incendios forestales y esos hacen cosas increíbles”, señalaron los vecinos.

El festejo por el UPD se concentró en plena calle, “frente al edificio de la escuela”, lo que llevó a los vecinos a llamar al cuartel de bomberos voluntarios. Estos reconocieron que “no habían podido dormir por los llamados que estaban recibiendo”. Además, se comunicaron con la seccional policial, aunque afirmaron que "no les dieron mucha importancia".

También ocurrieron destrozos en un salón de eventos de la ciudad de Neuquén, ubicado sobre calle Linares, cercano al río. Varios estudiantes de colegios privados realizaron una fiesta antes del inicio de clases y, según denunciaron, “dejaron el lugar con daños en sanitarios, cocinas y heladeras”. Las autoridades del área de Educación sostienen que “la responsabilidad de lo ocurrido, es de los padres de los alumnos”.