Lucila Crexell aconsejó un plan de formalización del empleo y reforma previsional

La senadora nacional de Neuquén por el espacio Comunidad, Lucila Crexell, aseguró que el año que se inicia será “con diálogo y una hoja de ruta sobre un par de temas”, pero que también exigirá un balance sobre “la pérdida de tiempo de dos meses, con discusiones y agravios que no condujeron a ningún resultado positivo”, aseguró en el marco de las sesiones extraordinarias y al tratamiento de la denominada ley ómnibus, que finalmente fue retirada por el gobierno.  

La senadora cree que esa experiencia “tiene que dejarle un aprendizaje” al presidente Javier Milei, que se debe empezar con una convocatoria y “tratar de alinear voluntades políticas, para la concreción de un acuerdo que saque a la Argentina adelante”, dijo. Afirmó, sin embargo, que “necesariamente se debe replantear una recomposición salarial y la formalización del empleo para aquellas personas que están excluidas del sistema”.

Crexell cree que el plan de la Argentina debe incluir una reforma previsional “que realmente tenga en cuenta las necesidades de los jubilados” y lograr un sistema de recaudación eficiente a través de la “formalización del empleo”, lo cual puede lograrse en el mediano plazo, reflexionó. La senadora reconoció que la licuación y la motosierra “no es la mejor política para aplicar en los cuatro años de gestión”, sino un planteo de shock y ahora “veremos qué medidas tiene para ofrecer”.

En relación con la postura que asumirá el gobernador neuquino frente a la convocatoria del gobierno nacional a los mandatarios provinciales, Crexell opinó que “Rolando (Figueroa) tiene una vocación de diálogo muy profunda, es componedor y tiene claro el valor estratégico de Neuquén”. Señaló, además, que “ha demostrado una personalidad política de mucha calidad para lo que es la conducción de acuerdos”.

En la entrevista con Radio Nacional Neuquén, la senadora neuquina habló sobre las hidroeléctricas y expresó la necesidad de “analizar la posibilidad que las represas sean concesionadas por las provincias” y buscar una gestión compartida, “pero de ninguna manera deben seguir bajo la órbita de la Nación”. Recordó que, en la reforma constitucional de 1994, se reconoce de manera explícita “el dominio de las provincias sobre sus recursos naturales”.