Por qué Edwin Luna y Kimberly Flores son los nuevos reyes de la comunidad LGBT
El cantante y su esposa ya se encuentran de regreso en su hogar.
Este 28 de junio se conmemora el 'Día Internacional del orgullo LGBT', en todas partes del mundo la comunidad se reunió a través de las pantallas para brindar homenajes y celebraciones, pero en el caso de Edwin Luna y Kimberly Flores, tuvieron que viajar desde Monterrey a la ciudad de México.
El líder de "La Trakalosa" y su esposa fueron convocados por la organización de la 42 Marcha del orgullo para ser coronados como los reyes 2020, en un encuentro que se llevó a cabo de forma virtual y contó en su acto de apertura con el banderazo de la célebre Thalía.
Las redes sociales comenzaron a transmitir desde el sábado un show que llamaron "Pride Virtual", donde el intérprete y la influencer recibieron el reconocimiento de parte de Andrea Legarreta, la presentadora de la edición.
Además del matrimonio Luna-Flores, se hicieron presentes Maribel Guardia, Chiquis Rivera, Paola Rojas, Dulce María, Lucía Méndez y Geraldine Bazán, la antigua reina, entre otras celebridades.
Luego de su agradecimiento en las plataformas, el cantante recibió algunas críticas por el atuendo que escogió para la ocasión, varios haters apuntaron a su esposa como la responsable de su exposición, pero él respondió:
Hace mucho tiempo que ciertas palabras dejaron de ser ofensivas por el trabajo que ha hecho la comunidad. Cuando a mí me atacan no me están ofendiendo, simplemente creo que tienen la inquietud por desconocimiento de lo que se trata este tipo de eventos.
El artista antes de finalizar sus declaraciones a la prensa, aseguró que asume este rol junto a su pareja con total compromiso y responsabilidad hacia las millones de personas que aún luchan por la igualdad y la plena vigencia de sus derechos.
Se cree que la música regional mexicana está hecha por hombres, pero en la actualidad ya no es así. Estoy casi seguro que muchos de mis colegas pertenecen a la comunidad y por temor a las críticas no se atreven a decirlo, al final de cuentas, se debe llegar a la madurez.
