Se oficializó la compra de Twitter a manos de Elon Musk

Tras varios meses de idas y vueltas, finalmente se oficializó la compra de Twitter por parte de Elon Musk por 44 mil millones de dólares. La primera decisión del magnate sudafricano, tras completar la transacción, fue echar a Parag Agrawal, el CEO de la compañía, así como a Ned Segal y Vijaya Gadde, dos ejecutivos de alto rango encargados de la parte de finanzas y del departamento legal de la compañía.

En los meses que llevaron a la adquisición de la empresa, Elon Musk criticó fuertemente varias de las medidas impartidas por la red social, especialmente en decisiones sobre el producto, así como por la moderación de contenido. Él afirmó que una de las primeras cosas que hará será reinstaurar la cuenta de Donald Trump, que fue bloqueada luego de los ataques al capitolio estadounidense por seguidores del político. No obstante, el empresario afirmó: “Twitter no se puede transformar en un agujero infernal donde todo se puede decir sin consecuencias”, para intentar darles seguridad a sus accionistas.

De cara a esta compra, una de las situaciones más importantes es que Elon Musk decidió sacar la compañía de la bolsa de valores, lo que permitiría disolver la junta actual de directores y la transformaría nuevamente en una empresa que responde solo a las decisiones de su dueño, según informó el diario estadounidense "The Washington Post".

La compra de Musk generó polémica en el mundo luego de que se supiera que quería despedir a alrededor del 75% del personal que trabaja en la compañía, además de agregar  varios sistemas de suscripción y monetización de los contenidos. 

Cómo ocurrió la compra

Esta situación comenzó en abril, luego de que se filtrara que el dueño de SpaceX había comprado aún más acciones de las que tenía, lo que lo transformó en el accionista mayoritario de la compañía. A pesar de que fue seleccionado como miembro de la Junta de Directores, se negó a participar y se peleó con el resto, por lo que inició una “toma hostil”, con la cual intentó forzarles la mano para que le vendieran la parte que le faltaba de Twitter.

Finalmente, ellos tomaron el trato debido a que la red social no iba a llegar al crecimiento pactado, por lo que se iban a tener que tomar decisiones “drásticas” y era poco probable que encontraran a otra persona con los fondos para comprar la compañía. 

A pesar de esto Musk, empezó a mostrar dudas tras alegar que la cantidad de cuentas falsas era mayor a la que él esperaba, así que frenó el trato para luego intentar cancelarlo por completo. La junta de directores lo denunció y, para evitar ir a juicio, el magnate decidió completar la compra.