Premio Nobel de la Paz
Quién es Alés Bialiatski, el preso político que ganó el Nobel de la Paz
El activista bielorruso compartió el galardón con organizaciones de derechos humanos rusas y ucranianas.Finalmente, se publicó el ganador del Premio Nobel de la Paz de este año, el cual fue entregado a Memorial, un grupo de derechos humanos rusos, al Centro de Libertades Civiles de Ucrania y a Alés Bialiatski, un famoso activista bielorruso que se encuentra preso sin una condena firme
Alés Bialiatski es conocido por haber apoyado a manifestantes y familias en su país natal, quienes fueron aprisionadas sin ninguna clase de prueba, además de documentar los diferentes tipos de tortura que utiliza el gobierno de Alexander Lukashenko contra los prisioneros políticos. “Dedicó su vida a promover el desarrollo pacífico de la democracia en su hogar”, es la frase con la que el comité noruego de los premios Nobel nominó al activista frente a la academia sueca encargada de realizar la selección.
Desde el 2011 hasta el 2014, Alés Bialiatski pasó sus días en una prisión bielorrusa debido a cargos de evasión fiscal realizados por el gobierno en su contra. A pesar de que terminó tras las rejas, él nunca tuvo un juicio hasta que fue liberado. No obstante, en 2021, la policía lo detuvo luego de una manifestación masiva contra las elecciones en el país, donde se afirmaba que Lukashenko había sido elegido de manera ilegal. Desde ese momento, ha permanecido detenido.
“No me atrevo a decir lo que este premio puede significar”, afirmó Natalia Pinchuk, la esposa de Bialiatski al New York Times luego de que se supiera que había ganado la medalla. Además, agregó que: “Obviamente, tengo mis propios deseos, pero tengo miedo de expresarlos porque siempre hay un temor de fondo”, afirmó. Desde hace varios años que no se sabe de la salud del ganador del premio Nobel.
Descontento en Ucrania
Aunque el galardón fue ganado en parte por los activistas sociales de Ucrania, varios sectores sienten que compartir este premio con activistas de dos países invasores es una afrenta para aquellos que pelearon contra las fuerzas extranjeras.
“Entre más muestres a los ucranianos, rusos y bielorrusos en los mismos espacios públicos, más refuerza la narrativa de Putin sobre que se encuentra protegiendo a una ‘nación hermana’. Las grandes organizaciones deberían reconocer que sus palabras y acciones tienen valor”, afirmó mediante sus redes la activista ucraniana, Valeriia Voshchevska.