Papa Francisco

Las reacciones al pedido de perdón del papa Francisco: “Esperé 50 años estas disculpas”

El líder religioso reconoció el daño a los pueblos indígenas de Canadá ocasionado por los cristianos.
martes, 26 de julio de 2022 · 09:29

Los pueblos indígenas de Canadá escucharon finalmente las palabras que tanto querían y necesitaban oír de parte del líder de la Iglesia Católica, institución que estuvo detrás de los crímenes perpetrados contra ellos durante generaciones en las llamadas escuelas residenciales. Con un rostro visiblemente compungido, el papa Francisco pidió, una y otra vez, perdón.

"Esperé 50 años estas disculpas", afirmó Evelyn Korkmaz, quien pasó cuatro años en un internado, tras la histórica disculpa del líder religioso. "Finalmente hoy las escuché, pero lamentablemente muchos miembros de mi familia y amigos no pudieron oirlas porque se quitaron la vida”, continuó al hacer referencia a una de las consecuencias catastróficas a las que se había referido el papa Francisco.

El papa Francisco lee su discurso en castellano.

Mientras el papa Francisco hablaba, muchos de los presentes —miembros de las Primeras Naciones, Inuit y Métis— derramaban lágrimas y, en algunas oportunidades, hubo aplausos ante sus palabras. Después, los presentes tuvieron que lidiar con las emociones que el discurso les dejó.

Gladys Charles, quien acudió a la escuela residencial Prince Albert, estaba junto a su esposo Mathew, a quien le brotaban lágrimas de los ojos. “Estoy triste porque desencadenó algo en él y todavía está pasando un momento difícil”, indicó la mujer. Es que su marido también tuvo que ir a una escuela residencial entre los 6 y los 11 años, pero jamás pudo hablar de lo que le pasó.

Un hombre indígena seca sus lágrimas mientras Francisco habla.

No contó lo que le pasó. Todavía no me contó a mí todas las cosas que le pesaron.

El Gran Jefe George Arcand Jr, por su parte, señaló: “Es valiente (el papa Francisco) por tomar todo ese peso que tiene sobre sus hombros y tratar de arreglar las cosas, pero llevará tiempo y tomará varias generaciones para que nuestra gente pueda sanar”.

El jefe Wilton Littlechild colocó al papa un tradicional tocado de plumas para honrar el trabajo que había hecho Francisco y para nombrarlo líder honorario de la comunidad.

El papa Francisco señaló que era consciente de que su pedido de disculpas no era un punto de llegada, sino de partida en el proceso de reconciliación. Por ello, Vernon Saddleback, uno de los jefes de la reserva de Maskwacis (donde tuvo lugar el encuentro), resumió su importancia: “Ninguna palabra puede describir hasta qué punto esta jornada es importante para nuestro camino de sanación".

 

Sabor a poco

La visión general de los presentes es que se trató de una disculpa esperada, histórica y sentida por parte del papa Francisco, pero a algunos les dejó sabor a poco. “Estoy feliz de escucharlo decir ‘perdón’, pero no abarcó todo lo que podría”, señaló Kukdookaa Terri Brown, una sobreviviente de las escuelas residenciales, a The Globe and Mail.

En esta enorme bandera roja se ven los nombres de las escuelas residenciales y de algunos de los miles de niños que murieron en ellas.

 

Por un lado, Brown se mostró decepcionada porque el Sumo Pontífice no había mencionado específicamente el abuso sexual que muchos de los internados sufrieron y que tampoco había repudiado la Doctrina del Descubrimiento y firmado un decreto papal que la reemplazara y que así incentive los derechos de los pueblos indígenas.

Evelyn Korkmaz, otra de las presentes, desearía que la Iglesia diera acceso a los archivos de los internados, donde están, entre otras cosas, los nombres de los niños que murieron en las escuelas residenciales y el lugar donde fueron enterrados. “Esos documentos son nuestra historia", sentenció.