Pakistán consiguió 10 mil millones de dólares como ayuda tras unas catastróficas inundaciones

Varios bancos y miembros de la comunidad internacional prometieron a Pakistán 10 mil millones de dólares en ayuda humanitaria luego de una catastrófica época de inundaciones durante el verano norteño, la que fue definida por el secretario general de la ONU como un “monzón en esteroides”. El mayor préstamo vino el lunes de la mano del Banco de Desarrollo Islámico, quienes aportaron 4,2 mil millones.

Entre otros de los grupos que ayudaron se encuentra el vicepresidente para el sudeste asiático del Banco Mundial, quien aportó 2 mil millones y otros contribuidores como el Banco de Inversión en Infraestructura Asiática o países como Arabia Saudí, la Unión Europea, Japón y China. El presidente de Pakistán afirmó que la nación necesita conseguir al menos 16,3 mil millones de dólares en los siguientes tres años para empezar con la reconstrucción, aunque la mitad de ese monto vendría de recursos domésticos.

Las lluvias que golpearon al país del Medio Oriente empezaron en junio y terminaron en agosto, lo que hizo que se sumerja un tercio de todo el territorio y se inutilicen 4 millones de acres de tierra disponible para la agricultura, lo que inició una importante crisis alimentaria. Este desastre ecológico en Pakistán afectó a 33 millones de personas, de las cuales 17 mil fallecieron y tres millones terminaron sin hogar.

De acuerdo con Unicef, las mujeres y los niños son los grupos más afectados por esta catástrofe, ya que se estima que 4 millones de menores viven cerca de aguas contaminadas y estancadas. Desde Médicos Sin Fronteras indicaron que en algunas regiones todavía hay records altos de infección de Malaria, a pesar del clima más frío del invierno.

Problemas de refugiados

La inundación no es el único inconveniente que tiene Pakistán, ya que desde el 2021 vive una crisis humanitaria debido a cientos de refugiados que escapan del Estado Islámico en Afganistán para vivir allí.

Ahora, desde el gobierno local empezaron a tener un visión más crítica sobre esta situación, luego de que 605 personas fueran deportadas en los últimos días, además de otras 800 que se esperan que corran el mismo riesgo. Durante el verano las autoridades detuvieron y deportaron casi 1.400 afganos que intentaron entrar de manera ilegal.