Putin visita solo la misa ortodoxa dentro del Kremlin

En medio del crudo conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, que cumplirá un año dentro poco más de un mes, Vladimir Putin asistió solo a una misa en el Kremlin para celebrar la Navidad cristiana ortodoxa. Esto ocurre horas después de que el mandatario ruso le ofreciera a su par ucraniano un cese el fuego de 36 horas para celebrar este evento. 

El presidente de la nación euroasiática presencia todos los años la misa, pero normalmente lo hace rodeado de gente en diversas provincias de Rusia o en la zona periférica de Moscú. No obstante, la situación en la que se encuentra el país hizo que Vladimir Putin decidiera presenciar este acto en la catedral de la Anunciación, que es un pequeño edificio en la zona aledaña al centro de Gobierno.

Vladimir Putin se encuentra en medio de un problema político debido al estado de la guerra contra sus vecinos. Durante las vísperas de año nuevo, 63 soldados fallecieron en una explosión que ocurrió en la ciudad de Makiivka, además de que varios legisladores exigieron el castigo de diversas personas de alto cargo en el ejército que están acusados de ser imprudentes.

De acuerdo a la información que se pudo saber, esta explosión ocurrió debido a que en el edificio donde estaba el cuartel, el cual se encontraba al alcance de los cohetes ucranianos, habían almacenado munición y, al ser impactados, esto estalló. “¿A quién se le ocurrió la idea de colocar personal en gran número en un edificio donde hasta un tonto entiende que, incluso si impactan con artillería, habrá muchos heridos o muertos? No les importa”, escribió Arcángel Spetznaz Z, un reconocido blogger ruso especializado en el ejército.

El rechazo de Kiev

Si bien el presidente ruso le ofreció a los ucranianos un alto el fuego para celebrar la Navidad ortodoxa, el Gobierno de la nación europea decidió no aceptar la oferta debido a que, según Volodymyr Zelensky, esto se trata de un intento por parte de sus vecinos para frenar el avance de sus tropas por el frente del este.

Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores utilizó como ejemplo el bombardeo de Kherson el 24 de diciembre y los ataques de Año Nuevo como evidencia de que el Gobierno de Rusia no frena durante los eventos religiosos. Además, se pudo saber que desde los Estados Unidos analizan que Putin “intenta conseguir más oxígeno”.