A 11 años de la erupción del volcán Puyehue: cómo lo recuerdan en Villa La Angostura

Hoy se cumple un nuevo aniversario de la erupción del volcán Puyehue que dejó a Villa La Angostura bajo cenizas. Los vecinos fueron sorprendidos, ya que no esperaban que afectará a la zona como lo hizo.

Las modificaciones naturales que provocaron las cenizas provenientes del volcán iban a transformar la vida de la localidad turística neuquina por completo. Aquel día, residentes y turistas amanecieron con una nube de cenizas que cayó sobre la ciudad que despertó rápidamente la solidaridad de todo el país para ayudar en todo lo que fuera posible.

Los vecinos de Villa La Angostura recordaron cómo vivieron aquel lejano 4 de junio. El actual presidente del Concejo Deliberante de la ciudad y quien ocupaba el cargo de secretario de Defensa Civil, David Tressens Ripoll, señaló en diálogo con Diario 7 Lagos que, tras la erupción del volcán,  "llegó la inmensa noche en plena tarde".

“Nosotros habíamos leído en un diario chileno que ellos habían elevado el nivel de alerta. Es imposible vaticinar una erupción volcánica, no existe en el mundo sistema para esto. Eso nos obligaba a tomar una serie de medidas desde el punto de Defensa Civil”, contó el funcionario en el medio local.

En este contexto, destacó que Gendarmería Nacional dio la alerta temprana porque habían alcanzado a ver la erupción desde el Paso Cardenal Samoré. "Nos reunimos con Defensa Civil y con todas las instituciones que la integran. A partir de ese momento se conformó el Comité de Operaciones de Emergencia Municipal. Cruzamos al edificio de cultura y allí fue el inicio de todo”, rememoró Tressens Ripoll.

Las cenizas cubrieron la ciudad

Ese 4 de junio del 2011 comenzó como un día normal, aunque con el cielo teñido de negro y con nubes bajas escondían una mala señal. “Ese día lo tomamos como un día normal y mi señora había ido a Bariloche muy temprano para ir a la peluquería, pero al ver la tormenta que se acercaba volvió temprano”, relató Héctor a Diario 7 Lagos.

Alrededor de las 15, los angosturenses comenzaron a sentir un fuerte viento y lluvia que se convirtió en cenizas y luego cayeron las piedras que asustaron a los vecinos. "Todos comenzamos a tener previsiones con las casas y a cubrirlas lo máximo que podíamos. La cuestión es que todo esto fue una sorpresa y la situación se agravó con el paso de las horas”, aseguró Héctor.

El funcionario local recordó que se buscaba prever qué era lo que caía del cielo. "Necesitábamos saber si iba a contaminar el agua. Nadie sabía realmente cuáles eran las consecuencias reales de la precipitación de este tipo de material. No sabíamos de qué estaba conformado. Sí podía ser tóxico, o no”, explicó

La crisis generada por una inclemencia ambiental inesperada dio lugar a la solidaridad entre los propios vecinos y cada uno comenzó a brindar su ayuda para que La Angostura pudiera salir adelante. “Trabajamos codo a codo para salir adelante. Fue una experiencia triste que nos dejó una enseñanza enorme”, concluyó Héctor.